El arzopispo José María Arancedo ofició esta tarde una misa por las víctimas de la masacre en barrio Alfonso, ocurrida el viernes 29 de diciembre.
A pedido del sacerdote de la parroquia Santa Lucía, Sergio Kanagushi, el Arzopispo se acercó a orar junto a los familiares y vecinos de Mariela Noguera y el resto de las víctimas de Facundo Solís.
"Pedimos por aquellos que ya no están y por aquellos que están, que han quedado con una herida y un dolor muy difícil de superar", dijo Monseñor Arancedo.
Arancedo, manifestó que es tiempo de "compañía y silencio" y agregó que lo que ha sucedido "nos duele a todos. Cuando se llega a este tipo de cosas es porque se pasan muchos límites sobre todo el del respeto por la vida".
Además, sostuvo que "quedan muchas cosas truncas cuando esto sucede, por eso estamos acá con mucho dolor pero con amor para acompañar a esta familia y a este barrio que ha sufrido tanto".