Barcelona tenía acordada la llegada de Yerry Mina después del Mundial de Rusia, pero un par de circunstancias, como la posible marcha de Javier Mascherano y la lesión de Umtiti, obligó al equipo español a intentar cerrar la compra del colombiano antes de lo previsto.
Sin embargo, Palmeiras, dueño del pase del defensor, solamente se desprenderá ahora del jugador si el Barcelona paga unos seis millones de euros más de lo que estaba establecido.
Palmeiras quiere 12 y no 10 millones por la venta, mientras que también exige que el conjunto catalán se haga cargo de los derechos de formación que exige la FIFA (2.300.000 euros) y le pague al Independiente Santa Fe lo que le adeuda Palmeiras a los colombianos por el pase (1.800.000).