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Para comprar la misma cantidades de alimentos que se podían adquirir a fines de 2009 con la Asignación Universal por Hijo, este subsidio debería estar actualmente en $ 300 .
Esto implicaría subir el valor del beneficio más del 35% respecto de los $ 220 que se cobran en la actualidad. También deberían aumentar en la misma proporción las asignaciones familiares que cobran los trabajadores formales.

La causa de este desfase es la fuerte suba que sufrieron los precios de los alimentos , que redujo un 28% el poder de compra de la Asignación por Hijo con relación al valor que tenía cuando fue lanzado a fines de 2009.

Ese deterioro impacta en unas 2 millones de familias que cobran este beneficio, que alcanza a unos 4 millones de niños , según el último informe oficial.

Cuando fue lanzado, este beneficio fue fijado en 180 pesos por cada hijo. Luego en septiembre de 2010, para compensar en parte el impacto de la inflación, fue elevado a 220 pesos.Este valor se mantiene sin cambios desde entonces.

Pero si se descuenta la inflación que hubo en los alimentos en todos estos meses, con los $ 220 que se perciben actualmente se puede comprar el equivalente a $ 130 de fines de 2009 , según los cálculos de Graciela Bevacqua, la desplazada directora del Area de Precios del INDEC.

Idéntico resultado se alcanza si se toman las variaciones de los precios de los alimentos, que en promedio aumentaron el 64% , desde fines de 2009, de acuerdo a las mediciones de los Institutos Provinciales. Para compensar esa suba, los $ 180 deberían rondar hoy los 300 pesos.

Por tratarse de familias de bajos recursos, que destinan casi la totalidad de sus magros ingresos a alimentarse , lo correcto es evaluar el poder adquisitivo de esas familias con relación a la evolución de los precios de los alimentos.

En cambio, para el INDEC, en ese período, la suba de los precios de los alimentos fue del 22%. De aquí el Gobierno desprende que el valor de la Asignación por Hijo conservaría el poder adquisitivo del momento en que fue lanzado a fines de 2009 porque con el aumento del año pasado del 22,2% (pasó de 180 a $ 220) aún alcanzaría para compensar la suba de los precios de los alimentos .

De todos modos, se descuenta que, como pasó el año pasado, en agosto o en septiembre, el Gobierno podría anunciar algún reajuste en el valor de la Asignación, más aún en vísperas de las elecciones.

La Asignación Universal por Hijo es de $ 220, de los cuales el 80% se abona todos los meses y el resto se paga una vez presentada la Libreta con la certificación escolar y de salud.
Para percibir esa asignación, el padre o la madre deben ser desocupados o estar trabajando en negro con ingresos por debajo de los 1.500 pesos.

En tanto, los que se desempeñan en blanco, cobran el salario familiar por hijo -que tiene un valor diferenciado según el sueldo- siempre que ganen menos de 4.800 pesos de sueldo bruto. Este tope se mantiene inalterado desde setiembre de 2008. Además perciben otras asignaciones, como por matrimonio, maternidad o la ayuda escolar anual, que no perciben los beneficiarios de la Asignación por Hijo.