Nombrar al bar El Cairo en Rosario es sinónimo de tradición. Hablar de Roberto Fontanarrosa es una de las personas que conectan con la ciudad del sur de Santa Fe. Juntos estos dos emblemas rosarinos forman la famosa "Mesa de los Galanes".
Se trata un grupo de amigos de ámbitos bien diversos de la ciudad que mantienen el ritual intacto se juntarse a tomar un café u otra bebida y hablar largas horas de fútbol, mujeres y la vida en general. De ese ámbito formaba parte Roberto "el Negro" Fontanarrosa.
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A poco más de diez años de su fallecimiento y en el Día Nacional del Humorista, en honor al dibujante y escritor rosarino, Ricardo Centurión, uno de los "Galanes" en diálogo con Dale que vamos por LT10 dejó sentarnos en esa mesa y nos contó quién era Fontanarrosa.
En realidad, primero aclaró una duda casi existencial. ¿Por qué "Mesa de los Galanes"? ¿Eran realmente galanes? "Pero si no le ganábamos a nadie (risas)", bromeó Centurión y agregó: "Fue una ironía de él".
Si bien, La Mesa de los Galanes se llamó uno de sus libros, que luego fue llevado al teatro. Ricardo descartó que alguno de los personajes se hayan inspirado en ellos. "Usaba cosas de la mesa, por supuesto, pero decir que le dábamos los personajes es medio agrandado", aclaró.
Antes que escritor o dibujante, amigo
"Yo personalmente tengo un problema con él, con el artista o como se lo quiera denominar. Para mí el era mi amigo y entonces la parte profesional del dibujante, del escritor no la veo, es mucho más fuerte la relación del amigo", explicó el "galán".
Tal es así que, "he sido muy mal lector de él", se sinceró. "Él me traía un libro de regalo y yo le decía 'después lo leo' si lo tenía todo el día a él".

No obstante, centurión aclaró que "después entendimos quien era porque tampoco somos tan tarados". Uno de esos episodios en los cuales tomaron la dimensión de la persona con la que diariamente compartían la mesa fue cuando los visitó Eduargo Galeano.
"El Negro se va a el baño y me dice '¡qué monstruo es este tipo!' y nosotros le decíamos 'pero mire que estamos por usted' y él (Galeano) decía 'cuando yo escribo algo en algún lugar caigo indefectiblemente en su obra'", relató Ricardo.
Sus pasiones y estilo de vida
Ante la consulta sobre que lo apasionaba a Fontanarrosa, Centurión no dudó: "¡El fútbol!", dijo. "Primero estaba Central y después todo lo que quisieron hacer con su carrera", contó y puso como ejemplo que si "ganaba un premio y jugaba Central, había que postergar el premio".

En ese sentido, recuerda que "mucha gente lo cuestionaba, sin dejar de quererlo, 'cómo puede ser que este tipo lo domine de esa manera un equipo de fútbol'".
Sin embargo, ese tipo de cuestiones no lo inquietaban. "Hacerlo enojar era difícil, tenía una paciencia con la gente. Vivía muy tranquilo y no le gustaba estar de viaje permanentemente o estar con el auto último modelo", comentó Centurión y agregó: "Lo material lo calentaba poco, entonces vivía en la ciudad que quería vivir, estaba con los amigos, iba a la cancha, escribía. Con eso le alcanzaba y le sobraba".
La mesa quedó "enclenque"
El 19 de julio de 2007, a los 62 años Roberto Fontanarrosa falleció víctima de un paro cardiorrespiratorio tras padecer Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA) y desde ese día la "Mesa de los Galanes", Rosario y el humor no fueron lo mismo. Una parte muy importante se había ido.
Si para gran parte del país fue una conmoción muy grande su partida, ni hablar lo que habrá sido para ese selecto grupo que realmente conocía al "Negro". "La mesa es rara porque así como a él no le demostrábamos la importancia que sabíamos que tenía. Entonces la historia del duelo nunca nos preguntamos pero cada uno lo resolvió como pudo", explicó Centurión y reconoció que "el tipo todavía está dando vueltas".