Familiares y vecinos de la beba de tres meses que fue asesinada ayer durante un confuso episodio en Ayacucho, provincia de Buenos Aires, continúa mientras prosigue la investigación y se esperan los resultados de la autopsia para determinar si la niña falleció como consecuencia de asfixia como trascendió en un primer momento.
La policía avanza para poder dilucidar si la beba murió durante un robo, como señaló su mamá, o el deceso tuvo lugar en otras circunstancias.
En medio de las diferentes hipótesis que se tejieron en las últimas horas, el párroco local, Miguel Angel París, quien se movilizó ayer con los vecinos del barrio para pedir justicia, señaló a lanacion.com que "cree en la familia" y pidió a la clase dirigente "tomas cartas en el asunto".
El párroco comentó a este medio que la beba iba a ser bautizada el mes próximo y que la familia era muy cercana a la Iglesia. "Me sumo a las expresiones de dolor y cercanía con toda la comunidad, y ruego a nuestra clase dirigente que tome cartas en el asunto para evitar que situaciones como esta concluyan con la vida del otro", expresó.
El hecho ocurrió ayer por la tarde, cerca de las 16, cuando, según relató la madre de la beba, entró un ladrón encapuchado a su casa mientras se estaba duchando y le exigió dinero. Como la beba no dejaba de llorar, el hombre la tapó con una frazada para que no se oyera su llanto y la asfixió.
El homicidio se produjo cuando sólo la víctima y su madre, de 25 años, estaban en la casa, ya que el marido de la joven estaba trabajando en el campo.
Jueves 28 de Julio de 2011 - 11:57 hs