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Jueves 28 de Julio de 2011 - 00:38 hs

La Eurozona cada vez más complicada por la crisis

Impreciso, ineficaz para controlar el contagio e insuficiente para abrazar el federalismo presupuestario son algunas de las críticas de analistas financieros al acuerdo concluido la semana pasada para salvar a Grecia y que no ha logrado tranquilizar a los mercados.

Sin ir más lejos, la agencia de calificación crediticia Standard and Poors anunció este miércoles que degradó dos escalones su evaluación de la deuda de Grecia, de CCC a CC, por el riesgo de suspensión de pagos que presenta el país.

Standard and Poors dijo que la perspectiva es "negativa", por lo que podría volver a degradarla en los próximos meses.

Los parqués financieros reaccionaron bien el jueves y el viernes después de que los jefes de Estado y de Gobierno de la Eurozona se pusieran de acuerdo para abrir la puerta a la reducción de la deuda griega.

Pero casi una semana después de esta cumbre extraordinaria, el optimismo parece haberse disipado.

Este miércoles al cierre, las principales bolsa europeas confirmaron las bajas observadas en los días anteriores: el Footsie-100 de la Bolsa de Londres cayó 1,23%, el CAC 40 de la Bolsa de París un 1,42%, el DAX de Fráncfort un 1,32%, el índice estelar de la de Milán, el FTSE Mib, un 2,81% y el madrileño Ibex-35 un 1,93%.

"Lo que se ha dicho y lo que se ha hecho es sólo un paso más, el mínimo para evitar un desmoronamiento inminente" de la Eurozona, declaró Kenneth Rogoff, ex economista jefe del Fondo Monetario Internacional (FMI) en el diario francés Le Monde dos días después del anuncio del plan de ayuda a Grecia.

"No se puede hablar de una cumbre inútil, pero este acuerdo tiene demasiadas zonas grises y a los inversores no les gusta la incertidumbre", comenta por su parte Franklin Pichard, director de Barclays Bourse.

La gran incógnita reside en la participación del sector privado, en su mayoría bancos, fondos de pensiones y compañías de seguros.

"Nos han hablado de una participación de unos 50.000 millones de euros, pero se ignora lo que va a aportar cada uno y por cuánto tiempo", dice Géraud Missonnier de Saxo Banque.

A los acreedores privados les propusieron varias opciones. Podrán canjear sus títulos de deuda contra otros de más largo plazo, aceptar un descuento sobre el valor de los títulos que poseen o comprometerse a comprar nuevas emisiones de títulos griegos.

"Esta cortina de humo de los dirigentes europeos para no herir susceptibilidades no facilita la evaluación de los costos para cada banco ni el impacto sobre los resultados", dice Christian Parisot, analista de la agencia de corretaje Aurel.

Fuente: afp na