El hotel Gondolín, ubicado sobre la calle Aráoz 924 en Capital Federal, era un lugar que funcionaba como alojamiento para las mujeres trans que eran operadas por el cirujano santafesino detenido este lunes, previo a su salida del país para ser explotadas sexualmente en Europa.
El mítico lugar es una especie de conventillo porteño de cuatro pisos donde los cuartos dan al pulmón del centro. Es un histórico lugar de recepción de quienes llegan del interior sin dónde vivir en Buenos Aires. Está ubicado en el barrio de Villa Crespo, donde es prácticamente imposible no verlo por sus paredes azules y aberturas blancas.
El lugar es autogestionado por las más de cien chicas que allí viven. Los hombres no son admitidos, ni tampoco las travestis pueden llevarse clientes dentro del hotel ni ponerse a trabajar desde la vereda, cosa que facilitó la relación con los vecinos.