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TOKIO, - La agencia de anotación financiera Moodys anunció este miércoles que rebajaba un grado a Aa3 la nota de la deuda a largo plazo de Japón por el endeudamiento masivo del país, agravado por el sismo del 11 de marzo en el noreste del país.

La deuda de Japón equivale al doble de su producto interior bruto (PIB) y aumenta cada año por la emisión de bonos del Tesoro para colmar unos ingresos muy inferiores a los gastos, sobre todo desde la crisis económica internacional de 2008-2009.

"La degradación de la notación está motivada por importantes déficits presupuestarios y la acumulación de la deuda pública japonesa desde la recesión mundial de 2009", explicó Moodys en un comunicado.

La agencia añade que "varios factores hacen que sea difícil para Japón reducir la proporción del endeudamiento respecto al PIB, y de ahí la rebaja de su nota".

Esta es la primera vez que una gran agencia de anotación rebaja la nota de Japón desde la catástrofe del 11 de marzo y el accidente nuclear en la central de Fukushima.
Moodys había avisado a finales de mayo de ese riesgo.

"El desastre retrasó la reactivación después de la recesión mundial de 2009 y agravó la deflación. Las perspectivas de crecimiento económico son bajas, lo que dificulta más al gobierno alcanzar los objetivos de reducción del déficit y lanzar una vasta reforma del sistema fiscal y prestaciones sociales".

Cuando Japón se dispone a nombrar la semana próxima su sexto primer ministro en cinco años, Moodys cita la inestabilidad política como una de las razones que pesan en la falta de
decisiones a largo plazo.

"En los últimos cinco años, los frecuentes cambios de dirigentes impidieron que el Gobierno aplique estrategias económicas y fiscales que puedan ser eficaces y duraderas", subrayó.

"La rebaja de la nota es lamentable", reaccionó el actual primer ministro japonés, Naoto Kan.
El ministro de Finanzas, candidato a la sucesión de Kan, declinó comentar directamente la decisión de Moodys, aunque sí defendió las obligaciones niponas.

"No diré nada de las acciones de una agencia privada, pero la colocación sin problemas de los bonos del tesoro japonés entre los inversores demuestra que su confianza sigue intacta", argumentó Yoshihiko Noda.

La degradación de la nota no tuvo efectos notables en la cotización del yen respecto al dólar, que se mantuvo más o menos estable por arriba de 76,50 yenes.

Tampoco impactó con fuerza en el índice Nikkei de los principales valores de la Bolsa de Tokio, positivo durante las primeras horas de transacciones a pesar del importante retroceso
de las acciones de los bancos japoneses.

Según los corredores bursátiles, el anuncio matinal de Moodys no fue una gran sorpresa porque la agencia ya había avisado a finales de mayo.
La decisión de Moodys va a reforzar la presión sobre el Gobierno japonés para que sanee sus finanzas mediante el aumento de los impuestos, según analistas.