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Ante la mirada de los empresarios más destacados del país, Idea Centro logró juntar a figuras del análisis conyuntural que descollan no tanto por sus estridencias sobre el escenario sino por la sobriedad y profundidad de sus trabajos. Tal es el caso de Dante Sica, moderado por la ex funcionaria nacional de ProsperAr en un panel que contó con la participación del economista Gustavo Cañonero.

Bajo la atenta mirada de los hombres de negocios, Sica trazó las razones del crecimiento de los países emergentes y anticipó las claves de lo que será la macroeconomía nacional y lo que no hay que dejar de mirar. "Hay un crecimiento que mira a los países emergentes. Dentro del cambio estructural del mundo, en 20 años la demografía cambió. Casi un 50 o 60% era pobre en 1990. Hoy ese porcentaje de pobreza pasó al 15 0 20%. Ese conjunto de población que pasó a ingresos bajos o medios, consume alimentos y esa es la impronta del mundo emergente. Hacia 1500 la población mundial llegó a 1000 millones de habitantes. El año pasado llegamos a 6 mil millones y en los próximos 20 años vamos a ser 7 mil millones, en un mundo con una estructura de de ingresos para una población que será más demandantes", expuso.

El analista consideró que "quien tenga tierras en esta zona, que no las venda. El valor de la tierra se va a ir a las nubes. Siempre da la sensación de que el mediano plazo está cerca y el mundo va a dar ventajas a economías como Brasil y Argentina".

Para empezar a hablar de lo que podrían ser motivos de un desaceleramiento económico hay que entender las causas. Sica pondera que a partir de 2003, "hubo empuje de la demanda agregada sobre condiciones estructurales de stock energética, desocupación del 25% e industrias trabajando al 45% de su capacidad instalada. Se empujó la demanda agregada para hacer funcionar la economía. Un tema que condiciona el comportamiento de la próxima administración", consideró.

"Acá la política fiscal subordina a la política monetaria, que le juega subordinadamente. Por eso el Gobierno de alguna forma se desentiende de la inflación. Cuando el superávit era genuino, se dedicaba a acumular reservas en dólares. Cuando el superavit primario flaqueó, empezó a financiar al sector público y a generar presión sobre inflación. El resultado es el crecimiento desde la salida de la convertibilidad".

En una barrida general, Sica expuso que hoy "más del 70% de los sectores trabajan al 75% de su capacidad instalada. Ante una demanda creciente, se raciona via precios, o se intenta compensar la falta de ivnersiones con importación. La inflación no es inocua. Y es una falacia que combatirla mientras se la intenta controlar es enfriar la economía".

En la búsqueda de mecanismos para apalancar inversiones, coincidió con la mirada general sobre una economía en la cual el sistema financiero está subdesarrollado. En cambio, explicó que "la inversión de la renta generada hoy se distribuye en un 50% en sólo cuatro sectores: Agricultura, Minería, Construcción y Automotrices. Son inversiones privadas que muchas veces apuntan a bienes que no impulsan el aumento de la productividad".

Otro aspecto a tener en cuenta. Cuesta conseguir mano de obra calificada. "El escenario que se avecina es el caracterizado por un mercado laboral cerrado, con una desocupación en el sector formal del empleo que no supera los 2 puntos. En este contexto, conviven el robo de talentos a las pymes y a la competencia y una falta de calificación general en empleos especializados, que es parte de una pérdida de la cultura del trabajo productivo", concluyó.