Carlos González, integrante de la vecinal de Rincón Norte, comentó en diálogo con LT10 que desde hace un par de años fue creciendo la práctica de fiestas en quintas que se alquilan por un día o un fin de semana.
“Nadie quiere impedir que un vecino haga una fiesta en su casa pero queremos que se solucione el problema de las quintas que se alquilan donde los menores hacen las canillas libres y las fiestas”, dijo el Carlos, remarcando: “El sonido se esparce muchísimo, la música sigue a todo lo que da hasta la mañana siguiente, hay discusiones, los vecinos quieren parar la fiesta como sea en ese momento y se producen episodios feos”.
Además, señaló que la situación es peligrosa para la integridad física de los jóvenes, “los chicos salen totalmente alcoholizados y queremos evitar que haya hechos más graves como accidentes. Son fiestas donde cobran entrada, la bebida, eso no se pueden hacer en un lugar así donde no hay control de nadie”.
El vecino, precisó que las fiestas son denunciadas y que la policía acude a los lugares pero “les hacen una multa por ruidos molestos, que sale 300 pesos, la pagan y sigue la fiesta”.