Puede sonar algo redundante hablar de la importancia que tiene Lionel Messi tanto en Barcelona como en la Selección, pero si a lo que está a la vista de todos se les suman las estadísticas, su ausencia es mucho más sensible todavía.
Desde que asumió Bauza, la Pulga sólo estuvo presente en el encuentro frente a Uruguay, en el que anotó el tanto del 1-0 definitivo y marcó los ritmos del partido. Tras su renuncia por la pérdida de la final de la Copa América Centenario, el astro del Barça cambió de idea y fue motivado por el entrenador para volver a usar la celeste y blanca.
Ese compromiso ante la Celeste hizo que terminara con dolores agudos en su pubis, por lo que -junto al cuerpo técnico y médico- tomó la decisión de preservarse y regresar a España. Argentina no contó con él en Venezuela y apenas pudo arañar un empate luego de ir 0-2.
Fue el turno de visitar a Perú, en un cotejo que tuvo dos veces con diferencia a favor a la Albiceleste, pero que no pudo cerrarlo. Aún recuperándose de un desgarro que lo marginó de las canchas las últimas semanas, el rosarino siguió la acción por televisión desde el otro lado del Atlántico y habrá sufrido con los goles de los peruanos.
Los números con Messi son contundentes: tres presentaciones, tres triunfos (ante Chile y Bolivia cuando todavía estaba Gerardo Martino a cargo y ante Uruguay, con Bauza). La historia se modifica de manera evidente cuando no está el 10: solamente una alegría en seis duelos, con una derrota (ante Ecuador) y cuatro empates (Paraguay, Brasil, Venezuela y Perú).
El próximo martes, Leo tampoco estará disponible y el Patón ya prende velas para tenerlo en los futuros cruces por Eliminatorias ante Brasil y Colombia.