Los problemas de Independiente se potenciaron esta tarde luego de una floja presentación ante Belgrano, que se impuso por 2-0 en Córdoba con claridad y sumó su segundo triunfo al hilo en el Torneo Apertura. Los dirigentes del Rojo confiaban en ganar para estirar el interinato de Cristian Díaz, pero la caída potenciará la negociación para contratar a Ramón Díaz. Perdido en una nebulosa, el elenco de Avellaneda fue un combo de imprecisiones groseras y potenció su crisis futbolística.
Las intenciones de Independiente fueron saludables en el arranque. Un 4-2-3-1 que tuvo como premisas la salida prolija desde el fondo y la distribución hacia las bandas. Por su parte, Belgrano dejó de lado la mezquindad que exhibe cuando sale de casa y, desde su 4-3-1-2, le planteó un duelo de igual a igual. Como resultado, se disfrutó de un comienzo vertiginoso y ambos equipos coquetearon con el primer gol. Mucho vértigo y dinámica en esos minutos iniciales.
Paulatinamente, la imprecisión le arruinó los planes al Rojo y su rival empezó a superarlo a partir de los 15. Se dejó de explotar la velocidad de Cabrera, Pellerano y Battión generaron contragolpes cordobeses por sus errores en la entrega, Parra fue anticipado siempre por Ribair Rodríguez y Marco Pérez quedó aislado. El auge de Belgrano se dio gracias a tres hombres: Vázquez (talentoso y cerebral para armar jugadas), Pereyra (desequilibrante a espaldas de los laterales) y Mansanelli (peligroso por sus centros desde la derecha, en complicidad con el descuido de Ferreyra).
El Pirata, con Zielinski en el palco por haber salido tarde, acumuló llegadas al arco de Assmann y presentó argumentos válidos para reclamar la ventaja. Pereyra lo perdió dos veces y Mansanelli metió miedo con un tiro libre y un córner cerrado. Hasta que a los 37 llegó el premio para uno y el castigo para otro: Quiroga hizo una pared con Vázquez y luego metió un centro que conectó el Picante en el segundo palo, por detrás de todos.
En el amanecer del complemento, Belgrano se aprovechó de una nueva falla defensiva de Milito y celebró el 2-0 cuando ni siquiera se había cumplido un minuto de juego. Silvera peinó la pelota ante el ex Barcelona y Pereyra apareció por atrás para definir sin problemas. Otro festejo de canguro que le destrozó el alma a Independiente, carente de ideas y muy nervioso. Pellerano, ahora con la compañía de Iván Pérez, se cansó de rifar pelotas y no pudo con Vázquez. A su vez, Parra quiso dar una mano pero embarulló todos los ataques al retroceder para ser armador.
El debut profesional del juvenil Pizzini, que reemplazó al inexpresivo Ferreyra, se perdió en el marco de una situación complicada para Independiente. Fiel a su estilo, Belgrano retrocedió intencionalmente para contragolpear y su rival nunca supo cómo manejar la pelota con criterio. En lugar de intentar descontar, los jugadores del Rojo gastaron energías en reprocharle a Vázquez por sus lujos. Una triste y sincera demostración del momento que transita el Diablo, que perdió el rumbo definitivamente.
Hoy - En Córdoba
Domingo 11 de Septiembre de 2011 - 21:00 hs
Belgrano acentuó las urgencias de Independiente
El Pirata aprovechó los errores defensivos de Independiente y le ganó 2-0 con goles de César Pereyra (PT 37m y ST 30s). Fue la primera victoria del elenco cordobés como local y la segunda al hilo tras el éxito en el Bajo Flores