Fútbol - Por César Carignano

Jueves 21 de Abril de 2016 - 17:19 hs

Unión-Colón: los dos no pueden ganar

Actualizado: Jueves 21 de Abril de 2016 - 17:34 hs

Foto Gentileza Diario Uno

Cuando el calor asolaba la capital provincial comenzó esta corta, pero intensa aventura llamada Torneo de Transición 2016. Conocido su diseño, la forma en que se entregarían los cupos internacionales, como se dirimiría el campeón y que el descenso sería maldición exclusiva de un equipo, los clubes locales se dieron a la tarea de establecer objetivos.

Desde nuestro lugar (entiéndase por ello seres ajenos al plantel, al cuerpo técnico y a la dirigencia) no vislumbrábamos rótulos extravagantes respecto de lo que perseguirían Colón y Unión en el semestre. La sensación colectiva refería a dos cuestiones por sobre el resto: engrosar el promedio y salir airosos de los clásicos.

Hoy, dos meses y medio más tarde, este torneo extraña y extremadamente corto, está más cerca de culminar que de su inicio. Los balances deben hacerse al final, siempre, pero la senda desandada indica que el gran propósito, el punto de inflexión, lo que separará a esta campaña fluctuante de ser una carga en el futuro cercano, es el duelo del próximo sábado en el 15 de abril. Sumado, claro está, al de marzo en el Estanislao López.

Estaremos de acuerdo en que a la larga, generalmente, el que juega mejor prevalece, o si no lo consigue al menos se lleva el reconocimiento de la gente. Como la Holanda de Cruyff; como el Huracán de Cappa; o como el Rosario Central de Coudet, el año pasado.

Pero un clásico es otra cosa… las formas, ese día, importan poco. Es más que cualquier match para la ciudad entera, es un encuentro tan brillante que puede irradiar sus destellos por meses, hasta que el derbi regrese. Es la partida que puede definir no solo presentes sino también futuros y campañas. Es el faro del torneo para rojiblancos y rojinegros. Y la extravagancia del campeonato en curso ha deparado un escenario de ensueños: la gala suprema del balompié de esta tierra tendrá su segunda función cuando las luces de la primera aún están calientes. 

Madelón, por decisiones en el partido previo, nos dijo sin hablar, que éste es EL PARTIDO, más allá de haber encontrado solidez, el cero en el arco propio con una defensa inédita y tres valiosos puntos. Franco, sentando en el banco a su jugador más regular, envió el mismo mensaje en Junín, aunque haya salido despedido de un barco que aún no sabe dónde irá a amarrar. Es que el devenir del semestre ha sido oscilante para ambos. Hubieron buenos momentos, hubieron algunos realmente malos, pero lo gran mayoría de los minutos en cancha, Tatengues y Sabaleros, recorrieron una meseta aletargada, generando más incertidumbres que certezas en el  corazón de sus simpatizantes; e inestabilizando la continuidad de los entrenadores, uno de los cuales ya no ocupa su cargo.

Unión golpeó primero y muy fuerte. Tan fuerte que parece haberle dado un respaldo absoluto a su entrenador para conducir esta nave hasta el final del certamen. Detalle no menor si contemplamos, por ejemplo, la cantidad de puntos de cada equipo, o si analizamos el nivel general de los rendimientos. Incluso no están lejos los números de unos y otros en ningún aspecto,pero hay un elemento en cuestión que potencia o aniquila; que eleva o sumerge; que exime o condena: el partido en el Brigadier.Ese que los de la Avenida ganaron con autoridad y contundencia.

El peso de tamaño encuentro, destroza cualquier paridad matemática, y hasta futbolística. Por eso,los que están en deuda son los del Centenario y en consecuencia, el punto significará más que uno, o menos que uno, según desde que lugar de la ciudad se lo observe, en caso que se imponga la paridad en el score.

Todo puede ocurrir, con el corazón caliente buscarán ambos la gloria y si logran arrimarse a la mejor versión mostrada en esta competición, tenemos derecho a ilusionarnos con un lindo espectáculo. El dueño de casa recorre esta previa en calma. Presentará su once estelar, con Martínez y Malcorra como abanderados, recuperando piezas importantes como Brítez y Riaño entre otros, con una idea clara y con rodaje. Una idea novedosa que justamente tuvo su estreno en el primer round de este duelo. La visita, en cambio, vive horas delicadas. El Affaire Ruiz, ha llenado de nubarrones el mundo Negro, dejando solo una cuestión clara: Alán no jugará. Los restantes nombres no variarán demasiado respecto de lo visto en el Eva Perón;y Johansen intentará incorporar algo de su libreto en post de un resultado que traiga calma a la convulsionada vida colonista.

Deseo fervorosamente que el regreso a casa sea con la misma serenidad que la última vez, que todos los actores estén a la altura, nuevamente. Porque al final de cuentas, nada de lo que no resuelvan los afortunados protagonistas en el césped podrá resolverse fuera de él.

La mesa está servida, la velada comenzará en breve y cuando Patricio Loustau bajé el telón Santa Fe tendrá su ganador del semestre, por knockout o por puntos.

 

 

 

 

Fuente: LT10