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Vaya si habrá mucho en juego en esta versión neozelandesa del clásico eterno entre Inglaterra y Escocia, por la última fecha del Grupo B, que se jugará desde las 4.30 del sábado de nuestro país (las 20.30 en Auckland), y que puede influir en la posible clasificación de la Argentina a la próxima etapa de la Copa del Mundo. De algún modo, el resultado de este partido incidirá en el futuro de los Pumas, que a su vez afrontarán su duelo ante Georgia 16 horas y media después. En concreto: si Inglaterra gana y Escocia no suma bonus, el seleccionado argentino jugará con Georgia con la clasificación en el bolsillo, pero ya sin posibilidades de obtener el primer puesto del Grupo.

El duelo entre la Rosa y el Cardo promete ser una batalla táctica, condimentada con una rivalidad histórica, que tendrá un capítulo especial en el Eden Park. Para empezar, será el primer choque oficial -que empezaron en 1871- fuera de las islas británicas, con un solitario antecedente mundialista en la semifinal de 1991, con victoria inglesa (9-6) en Edimburgo.

La derrota ante los Pumas dejó a Escocia con buena parte de las obligaciones. Para empezar, sólo un triunfo con bonus -y sin bonus para su rival- le asegurará la clasificación sin depender de otras variables. Y del otro lado, Inglaterra tampoco podrá confiarse. "En este partido nos jugamos la vida, ellos y nosotros", dijo el coach inglés, Martin Johnson; "son una amenaza para nosotros y les damos todo el respeto que se merecen", agregó el capitán Jonny Wilkinson. "Hay una fuerte dimensión emocional en un partido de esta clase. Ya les dije a los jugadores que hagan todo lo que crean necesario para motivarse, y si incluye meterse con mi origen, pueden hacerlo", afirmó Andy Robinson, el entrenador de Escocia? que es inglés.

Por Inglaterra, el segunda línea Courtney Lawes vuelve luego de cumplir la sanción por un rodillazo a Mario Ledesma y por lesionar a Gonzalo Tiesi; además, entrarán Matt Stevens y Delon Armitage. A modo de antecedente, este año jugaron por el Seis Naciones, con triunfo inglés por 22-16; Escocia ganó por última vez en 2008 (15-9), en Murrayfield.

SANCIÓN AL CUERPO TÉCNICO

La Federación Inglesa de Rugby (RFU) suspendió por un partido a dos miembros del equipo técnico de la Rosa, por cambiar balones utilizados por Jonny Wilkinson en intentos de conversión contra Rumania. El referí es el único que puede autorizar un cambio de balón en esta situación