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El  trabajador formal promedio acumula una deuda bancaria equivalente a dos salarios, pese a haberse desendeudado fuertemente durante el último año por el temor a resignar ingresos o perder el puesto de trabajo que le generó el freno que tuvo en la actividad económica.


El dato surge de un relevamiento que la consultora Noanomics hizo considerando el stock nominal de préstamos que bancos y financieras otorgaron al personal del sector privado y del público en relación de dependencia a fin de 2014.

Esa radiografía, realizada por Félix Piacentini, detectó que el endeudamiento real cayó 11,2% durante el año pasado respecto del nivel que mostraba a fin del anterior.

Se repitió así un patrón de conducta ya detectado en 2009, año de la anterior recesión local, aquella que surgió a la luz del contagio regional generado a partir de la denominada crisis de las hipotecas que había estallado en Estados Unidos un año antes.

Sólo que esta vez "la contracción en el monto per cápita familiar fue la mayor de la última década, que se había caracterizado por un progresivo incremento en la deuda, que, de 2004 a 2013, llegó a 146%", aunque partiendo de los muy bajos niveles de aquel entonces.

NÚMEROS POR JURISDICCIONES

"El ajuste fue consecuencia de la recesión, una capacidad prestable disminuida por la caída que registraron los salarios en términos reales y la incertidumbre sobre el futuro. Pero también por la mayor cautela con que se manejaron los bancos ante el cambio de escenario, lo que los fue llevando progresivamente a refugiarse en la compra de deuda del Banco Central", detalló Piacentini al repasar las causas.

El estudio también muestra que los porteños y fueguinos son los más endeudados nominalmente, con pasivos que superan los $ 42.000 pesos, cuando la deuda promedio a nivel nacional es 34% inferior, ya que se ubica en 27.721 pesos.

Pero si se considera ese stock en relación con los salarios medios vigentes en cada distrito, los porteños y santiagueños (2,7 salarios) pasan a ser los más comprometidos, seguidos por los salteños (2,5) y misioneros (2,4).

Por el contrario, los catamarqueños son los menos endeudados tanto nominal (tienen un pasivo promedio de 12.183 pesos) como proporcionalmente en función de sus ingresos (1,1).

Pero esta señal de austeridad la comparten con sanjuaninos y rionegrinos, que también deben apenas 1,1 salarios. Un escalón por encima de ellos están los neuquinos (1,2 salarios), los mendocinos (1,3) y los entrerrianos (1,4).

La medición de la deuda en relación con el ingreso es tomada como un indicador de relevancia por los analistas, dado que "muchos de los préstamos otorgados a los asalariados se pagan directamente con descuento automático de los haberes", explican.

El informe de Noanomics parte del total de 232.204 millones que, al cuarto trimestre de 2014, bancos y financieras con actuación en la plaza local habían prestado a personas en relación de dependencia. Es decir, no considera la deuda contraída con cadenas comerciales.

La media nacional de dos salarios comprometidos con el pago de la deuda está en línea con el promedio adeudado en la última década (de 1,9 salarios), aunque se ubica por debajo del máximo de 2,2 salarios que se había alcanzado durante 2013. Y no se prevé que la cifra se altere este año, ya que se considera que la incertidumbre que suele caracterizar a todo proceso de recambio gubernamental limitará tanto a quienes toman crédito como a quien les toca ofrecerlo.