Juan Carlos Lascurain fue el que llegó con el peor humor a la reunión de Comité Ejecutivo de la Unión Industrial Argentina (UIA) que se hizo ayer en la sede de Avenida de Mayo. Tenía motivos. En los últimos días, varios directivos de esa casa, incluido su presidente, Héctor Méndez, lo habían acusado de recibir favores del Gobierno y de hablar "por orden de algún funcionario" .
Lascurain, vocal de la UIA y reconocido oficialista, había defendido los acuerdos con China . Cuando pudo hablar, encaró a Méndez: le dijo que, en su barrio, si alguien se refería a otra persona en los términos en que el líder de la central fabril lo había hecho con él, se lo llamaba "buchón". Méndez se disculpó y hubo consenso en pedir una reunión con la Presidenta para aclarar puntos ocultos de los acuerdos.
Para eso fue necesario que Méndez retrocediera varios metros sobre sus pasos. Al final del encuentro, le dio explicaciones a Lascurain. "Si te ofendí en algo personalmente, te pido disculpas", le dijo. El gesto fue bien recibido por quienes criticaron, puertas adentro, las declaraciones del titular de la UIA del fin de semana.
El comienzo y el final de la pelea entre Méndez y Lascurain es un resumen de lo que pasó ayer en la UIA. Los acuerdos comerciales con China despertaron una pelea interna que, hasta ahora, nadie está dispuesto a profundizar.
Lejos del tono altisonante que mostró en sus últimas declaraciones, Méndez acordó en que había que pedirle explicaciones al Gobierno antes de ahondar en la crítica. Tampoco fue demasiado vehemente Luis Betnaza, uno de los vicepresidentes de la UIA y lobbista del grupo Techint, que desde hace años denuncia el ingreso de acero chino a precio de dumping en América latina.
A cambio, los detractores de Méndez y apologistas del convenio con el país asiático le perdonaron que la UIA haya difundido, el lunes de la semana pasada, su opinión técnica respecto de los pactos con el país asiático, algo que sólo debía ocurrir cuando tuviese la aprobación de las principales autoridades de la central empresaria. El director ejecutivo de la UIA, Martín Etchegoyen, lo presentó formalmente ayer por primera vez ante el Comité Ejecutivo.
Lascurain parece no creer en las coincidencias y sí en la acción de alguna mano inquieta. Les dijo a sus colegas que le resultaba sospechoso que el informe técnico se hubiera difundido sin consulta, pocos días después de que José Ignacio de Mendiguren, otro de los directivos de la central y diputado por el Frente Renovador de Sergio Massa, publicara en el diario El Cronista Comercial un artículo crítico hacia los convenios. A la salida del encuentro fue más cauto con la prensa. "Planteé lo que pasa con el sector metalúrgico, va a haber inversiones por 17.000 millones dólares, con las represas y las centrales nucleares", sostuvo.
Lascurain, que hoy por la mañana se encontrará con el ministro de Planificación, Julio De Vido, abrió la puerta para que varios industriales aún molestos descargaran su rabia. El salteño José Urtubey, accionista de Celulosa, reprochó una vez más que el informe técnico del lunes de la semana pasada se hubiera difundido sin el visto bueno de todos (para que se convierta en un documento político, primero tiene que tener la aprobación del comité y luego de la junta). Fue el principal tema de discusión, antes incluso que los propios convenios con el país asiático.
Obtuvo una respuesta ingenua: sin discusión previa, el informe técnico se distribuyó entre los socios por mail y casi "automáticamente a la prensa", según el término que usó uno de los que participaron en el almuerzo de ayer.
Daniel Funes de Rioja, presidente de la Copal, vicepresidente de la UIA y abogado de la central fabril, se ubicó en el mismo lugar. Dijo que antes de hacerlo público habría que haber dado el debate interno y pidió trabajar para desarrollar los planes industriales que promueven los convenios.
El santafecino Guillermo Moretti llegó tarde a la reunión por un problema con su vuelo, pero le alcanzó para proponer un avance sobre el tema. Identificado con la "política industrial del Gobierno", como él mismo se define, propuso pedir una reunión con el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, y con la presidenta Cristina Kirchner para despejar algunas dudas de los convenios. Fue el germen del comunicado que la UIA difundió por la tarde, en el que mostró "preocupación por los alcances de las cuestiones referidas a los artículos 5° y 6° del acuerdo, relativas a la adjudicación directa de obras de infraestructura que cuenten con financiamiento de origen chino y a las condiciones de ingreso de mano de obra de ese país", porque "podrían afectar la provisión local de bienes y servicios".
El documento también reclama "conocer en forma detallada la totalidad de los acuerdos complementarios que puedan incidir sobre la producción y el empleo nacional". Sucede que los convenios citan a otros convenios que no son públicos, algo que despierta la desconfianza de los industriales. Con esas dudas irán a ver a la Presidenta. Claro, si los atiende luego de las críticas.
EL REAL MÁS BAJO EN 10 AÑOS
El real alcanzó ayer su nivel más bajo desde 2004: cotizó en 2,83 unidades por dólar y a 3,78 pesos. Los industriales argentinos ven con preocupación cada vez que la moneda brasileña se devalúa, dada la pérdida de competitividad en que han caído las empresas locales. En lo que va de 2015, el real acumula una caída de 5,94%, lo que supone una baja de 13% en los últimos 12 meses.
Miércoles 11 de Febrero de 2015 - 17:25 hs
Por China, la UIA pide ver a la Presidenta
En un clima tenso, hubo consenso en plantearle sus dudas sobre los acuerdos.