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Viernes 26 de Diciembre de 2014 - 13:53 hs

Cómo tratar las conductas de autoagresión

Actualizado: Miércoles 09 de Marzo de 2016 - 10:40 hs

 La autoinjuria es una patología que se presenta con mayor frecuencia en mujeres que en varones, cuya edad de comienzo es la adolescencia, en donde el sujeto aprende a resolver los problemas que se le presentan infligiéndose dolor físico.
Las conductas de autoagresión más frecuentes que muchas personas realizan de manera consciente e intencional son:
– cortes en distintas partes del brazo.
– quemarse con el cigarrillo diferentes zonas del cuerpo.
-privación de alimentos hasta llegar al desmayo.
-actividad física excesiva, que lleva a la persona a quedar exhausta.
Algunos de los factores que influyen en esta problemática son:
-historia de maltrato infantil o abuso sexual.
-familia disfuncional.
-baja tolerancia a la frustración.
-falta de habilidades sociales y resolución de problemas.
-esquemas cognitivos distorsionados, que son con los que se interpretan los hechos de la realidad.
Los actos de autoagresión NO tienen como objetivo el suicidio o que la persona quiera terminar con su propia vida, sino que las lesiones que el sujeto se auto provoca, tienen como fin poder aliviar el estado de tensión y ansiedad que generan los pensamientos y emociones negativos, producto de los conflictos que pudieron haber ocurrido en las relaciones interpersonales que el individuo mantiene.
Las conductas de autoinjuria se repiten porque el sujeto aprendió a calmar el estado de ansiedad mediante el dolor físico y al experimentar la sensación de alivio después de realizar dichos actos hacen que se mantengan en el tiempo.
La falta de tratamiento de esta problemática puede terminar en suicidio consumado o en lesiones graves en la piel u otras partes del cuerpo, por eso no se deben minimizar dichos episodios y menos cuando ocurren con cierta periodicidad.
¿Cómo es el tratamiento?
El abordaje terapéutico se diseña de acuerdo a la gravedad y cronicidad de las conductas de autoinjuria. Debería de ser interdisciplinario y con una estrategia en común. El tratamiento tendría que incluir:
-Psicoeducación al paciente y a la familia sobre cómo funciona este tipo de problemática.
-Terapia Cognitiva Conductual.
-Red o contención familiar.
– Tratamiento Farmacológico y Acompañante Terapéutico en los casos que sea necesario.
(*) Santiago Gómez es psicólogo (Matrícula 15159), director de Decidir Vivir Mejor y del Centro de Psicología Cognitiva.

Fuente: Perfil