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Martes 16 de Diciembre de 2014 - 16:49 hs

Presentan una guía para la prevención y control del cáncer cervicouterino

Se busca fortalecer la prevención de este mal que provoca más de 270 mil muertes anuales. Nuevas directrices de la OMS sobre vacunación y pruebas de detección temprana.

El objetivo de los nuevos lineamientos de la Organización Mundial de la Salud es ayudar a los países a prevenir y controlar mejor el cáncer cervicouterino, que es una de las formas más mortíferas de cáncer para las mujeres del mundo entero, pero también una de las más fáciles de prevenir.

La nueva versión de la guía Control integral del cáncer cervicouterino - Guía de prácticas esenciales se se presentó en la Cumbre Mundial del Cáncer, en Melbourne (Australia).

Las principales directrices de la nueva guía son:

- Administrar a las niñas, entre los 9 y los 13 años, dos dosis de la vacuna contra los papilomavirus humanos (PVH) para prevenir la infección por estos virus causantes del cáncer cervicouterino en la mayoría de los casos. Se ha demostrado que la pauta de dos dosis de la vacuna resulta igual de eficaz que la actual de tres. Este cambio facilitará la administración de la vacuna. También reducirá el costo de esta, que es especialmente elevado para los países de ingresos bajos y medianos, en los que los presupuestos nacionales de salud son limitados, pero la necesidad de una vacuna contra los PVH, muy grande. Hoy en día las niñas de más de 55 países están protegidas gracias a la administración sistemática de la vacuna contra los PVH. Resulta alentador que cada vez más países de ingresos bajos y medianos estén introduciendo la vacuna contra los PVH en el calendario de vacunación sistemática, con el apoyo de la Alianza GAVI.

- Utilizar las pruebas de detección de PVH como método de cribado para prevenir el cáncer cervicouterino. Con las pruebas de detección de PVH, la frecuencia del cribado disminuirá. Si el resultado de la prueba de detección de PVH es negativo, la mujer no tendrá que someterse de nuevo a la prueba al menos durante cinco años, aunque sí deberá repetirla antes de que transcurran diez años. Teniendo en cuenta el costo de otros tipos de pruebas, este método supondrá un importante ahorro para los sistemas de salud.

- Difundir información de forma más amplia. La guía recomienda que, en lugar de centrar la atención en promover la realización de pruebas de cribado a las mujeres mayores de 29 años, se establezca una comunicación con un público más amplio: adolescentes, padres, educadores, líderes y profesionales de la salud a todos los niveles, de modo que las mujeres reciban información en todas las etapas de su vida.

La Dra. Nathalie Broute, experta de la OMS en prevención y control del cáncer cervicouterino, ha afirmado que «las directrices actualizadas de la OMS sobre el cáncer cervicouterino pueden salvar la vida de niñas y mujeres del mundo entero. “No existen fórmulas mágicas, pero si se combinan instrumentos más eficaces y asequibles para prevenir y tratar el cáncer cervicouterino será más fácil aliviar la presión que supone la enfermedad para los limitados presupuestos sanitarios, sobre todo de los países de ingresos bajos, y se contribuirá de forma importante a la eliminación del cáncer cervicouterino”, afirma la especialista.

Se calcula que al menos un millón de mujeres del mundo entero padecen cáncer cervicouterino, y muchas de ellas no tienen acceso a servicios de salud que las orienten sobre las medidas de prevención y les ofrezcan tratamientos curativos o paliativos.

Combatir las desigualdades

En los últimos 30 años las tasas de cáncer cervicouterino han disminuido considerablemente en gran parte del mundo desarrollado, sobre todo gracias a los programas de cribado y tratamiento. Sin embargo, durante el mismo periodo, esas tasas han aumentado o se han mantenido en los mismos niveles en los países en desarrollo, por lo general debido al acceso limitado a servicios de salud, a la falta de concienciación o a la ausencia de programas de cribado y tratamiento. Las mujeres más pobres y de las zonas rurales de los países desarrollados corren mayor riesgo de padecer cáncer cervicouterino invasivo.

En la nueva guía se destaca la importancia de tratar el tema de la discriminación por motivos de género y otras situaciones de desigualdad en relación con otros factores sociales (como recursos económicos, clase social, educación, religión y etnia) a la hora de diseñar políticas y programas de salud.

Según la Dra. Marleen Temmerman, Directora del Departamento de Salud Reproductiva e Investigaciones Conexas, «si no abordamos el problema de la desigualdad de género y garantizamos a las mujeres el derecho a la salud, no dejará de crecer el número de mujeres que mueren a causa del cáncer cervicouterino».