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Martes 16 de Septiembre de 2014 - 16:50 hs

\\"Salió la Apolo XI y ahora veremos si llegamos a la Luna\\"

Fernando Pitossi, jefe del Laboratorio de Terapias Regenerativas y Protectoras del Sistema Nervioso del Instituto Leloir e investigador del Conicet

Actualizado: Lunes 07 de Marzo de 2016 - 16:00 hs

El procedimiento que acaba de poner en marcha el Instituto Riken, de Japón, se instaló en las hipótesis de los investigadores en células madre desde que en 2006 se descubrió la tecnología para inducir células madre pluripotentes [es decir, capaces de generar la mayoría de los tejidos] a partir de células maduras a las que se les transferían cuatro genes que hacían retroceder su reloj biológico hasta volverlas indiferenciadas. En 2012, ese avance les valió el premio Nobel de Fisiología y Medicina a Shinya Yamanaka y John Gurdon.

Pero hasta ahora no había pasado de los papeles y de las pruebas en animales de laboratorio. De allí que la puesta en marcha de este ensayo haya atraído tanta atención.

Fernando Pitossi, jefe del Laboratorio de Terapias Regenerativas y Protectoras del Sistema Nervioso del Instituto Leloir e investigador del Conicet, no oculta su optimismo: "Esto es importante porque por primera vez se está utilizando la tecnología de reprogramación celular, que se descubrió hace ocho años, en una persona -explica Pitossi-. No sólo se reprogramaron las células, sino que se utilizó toda la información que se había reunido para «convencerlas» de que se convirtieran en células pigmentadas de retina, y no en tejido óseo, cardíaco...".

En colaboración con el grupo de Xianmin Zeng, del Instituto Buck para la Investigación del Envejecimiento, de California, el grupo de Pitossi está intentando derivar neuronas de células madre pluripotentes para utilizarlas como terapia contra la enfermedad de Parkinson. "Estamos en una etapa preclínica, pero ya estamos evaluando los obstáculos que tenemos por delante para llegar a ensayos clínicos y poniendo a punto una estrategia", cuenta.

Para el científico, el ensayo de Takahashi es un paso trascendente en este campo y podría ofrecer información invalorable acerca de la seguridad de las células pluripotentes derivadas del propio paciente, especialmente cuando se inyectan en el ojo.

Pero si bien todos los involucrados en este tema (pacientes, médicos, agencias reguladoras, científicos y compañías privadas) tienen grandes expectativas, "hay que recordar que esta tecnología todavía está en etapa experimental -subraya-. Llegar al ensayo clínico es un logro mayor, pero pasar a terapias probadas y seguras requerirá recorrer un largo camino, salpicado de éxitos y frustraciones, como ocurre con cualquier nueva estrategia. Ofrecer el mayor esfuerzo de todos para que esta intervención sea tan segura y efectiva como sea posible es la única manera de ayudar no sólo a los pacientes que participarán del ensayo, sino a todos los que esperan por una opción terapéutica para enfermedades que hasta ahora son incurables. Haciendo una analogía, podríamos decir que salió la Apolo XI y ahora veremos si llegamos a la Luna. No sabemos cómo va a ser la misión ni cómo va a terminar, pero el viaje está en marcha."