LT10 - En Brasilia

Sábado 12 de Julio de 2014 - 22:00 hs

Holanda venció al deprimido Brasil y finalizó tercero

Después de la histórica derrota frente a Alemania en la Semifinal, el "Scratch" cerró su participación en la Copa del Mundo con una durísima derrota por 3 a 0 ante la "Naranja Mecánica". Van Persie de penal, Blind y Wijnaldum anotaron los goles.

Holanda se subió este sábado al último lugar del podio mundialista, después de vencer por 3-0 en Brasilia a un Brasil que no sólo perdió para siempre en esta Copa del Mundo el rumbo futbolístico, sino que también se quedó seco de fortuna.

Se jugaba apenas un minuto de juego cuando Thiago Silva tomó a Arjen Robben en una de sus conocidas corridas mientras ingresaba al área y, pese a que la falta comenzó afuera, el argelino Djamel Haimoudi la vio adentro. Así, a los dos minutos pasaron al frente los de Louis Van Gaal, después de que Robin Van Persie definiera alto y a la izquierda de Julio César.

A la espera de una reacción local que no llegaba, a los 15 David Luiz despejó hacia atrás de cabeza y apareció Daley Blind para anotar el segundo con un sablazo alto. Y otra vez una falla arbitral le dolía a fondo al anfitrión: había existido offside en el inicio de la jugada.

Con el desconcierto del que no le sale nada, apenas amenazaron los de Luiz Felipe Scolari en una chance clarísima que no pudo empujar David Luiz y, ya en el complemento, con un tiro cruzado de Ramires que se fue muy cerca. Después, y en medio de otras polémicas, la más sobresaliente fue un penal que Blind le cometió a Oscar pero no fue cobrado.

Para colmo, a los 45, se escapó el ingresado Daryl Janmaat por derecha, metió el centro y Georginio Wijnaldum disparó bajo y a la izquierda del arquero para coronar una cómoda goleada. Encima, Holanda había perdido por lesión en el calentamiento previo a una de sus mejores cartas, Wesley Sneijder. Los últimos instantes, entonces, transcurrieron entre sordos abucheos y silbidos para el dueño de casa.

Padeciendo largamente su intrascendencia en el juego y su machucado carácter, pocas ganas de resistirse a su pobre destino le quedaron a Brasil. Más bien, agradeció el pitazo final que terminó con esa pesadilla que, increíblemente, supo empezar como un sueño.