Hoy - Por Gustavo Mazzi

Viernes 13 de Junio de 2014 - 20:14 hs

Holanda se tomó revancha y aplastó a España en Salvador

Xabi Alonso puso en ventaja al campeón del mundo con un penal polémico, pero Van Persie (2), Robben (2) y De Vrij revirtieron el marcador para decretar una paliza histórica a favor de la "naranja mecánica". Primera gran sorpresa en Brasil 2014

El partido que nos regalaron Holanda y España fue un bálsamo ante tanto ruido, un placebo para semejante dolor de ojos. Fue un encuentro "abundante" ante la escasez de recursos que advertimos en un espectáculo cada vez más deteriorado, y por ende, menos atractivo. Como dijo sencillamente el amigo Alan "Coco" Di Rasta: "Lo mejor para los que amamos este deporte, es que fue realmente un partidazo". Nos lo merecíamos.

Estoy seguro que aún cuando se trata del tercer partido del Mundial, la historia le va a guardar un sitio privilegiado a estos 90 minutos. Es como si el destino les hubiera hecho un guiño cómplice a los holandeses, que se fueron con el sabor amargo de la derrota en la final de Sudáfrica. Hoy tuvieron “su” esperada revancha. Si bien aquello fue más relevante, lo que se acaba de consumar fue, para los valerosos verdugos del 2010, realmente humillante.

Fue un partido colosal entre dos potencias, que con generosa predisposición, fueron en busca del resultado sin especular. Hubo destellos de calidad en una Holanda orquestal. Algunos seguirán con el berrinche de que en fútbol sólo interesa ganar y otros, más cándidos, seguiremos pensando que si esto es un espectáculo importa agradar. Y los de Van Gaal, hoy no solo ganaron, sino que gustaron y golearon, nada menos que al dream team español.

Los ibéricos arrancaron arriba en el marcador con otra ayuda arbitral, de las que abundan hasta la exageración en lo poco que va de la Copa. Con el correr de los minutos, el desorientado campeón se encorvó, perdió perspectiva y acabó arrodillado entre la inacción y el descuido. Ante el “caos organizado” de un rival que fue siempre muy superior. Holanda se fue haciendo imparable con ráfagas de orden y desorden en una auténtica armonía. Si bien es cierto que el brillo lo ponen las individualidades, como el bueno de Robben y el “franco goleador” Van Persie, la estructura de equipo no es para nada desdeñable. Hay en "la orange” futbolistas estelares, que lo hacen un elenco robusto, firme y hasta “candidato” de muchos.

Es difícil determinar cuándo un equipo juega mal porque el rival lo empujó a eso, o por sus propias limitaciones. ¿La cebra es blanca con rayas negras o negra con rayas blancas? Más o menos así es la cuestión en este majestuoso 5 a 1, tratándose de España y Holanda. ¿Tan bien unos o tan mal otros? Fue una de esos partidos pletóricos de vibración que se ven muy de vez en cuando, en ocasiones especiales y momentos puntuales, que seguramente se transforman en memorables con el paso del tiempo.

Ahí andan abatidos, humillados y golpeados los españoles por semejante traspié. Lastimados por la magnitud de la caída sufrida. El campeón defensor del título mundial perdió por nocaut y su pronóstico el poco alentador. La contracara es Holanda. Sus futbolistas hoy son héroes reblandecidos por la proeza que acababan de concretar, pero siguen sedientos de revancha por el postergado título que siempre asoma y nunca ven. Los números del debut fueron lo suficientemente absolutos como para darle lustre a la conquista. Brasil 2014 está en marcha. Abundan y abruman los horrores arbitrales, tanto, como las diferencias que se vieron hoy entre la “naranja mecánica” y los tibios campeones. Holanda 5 – España 1 fue una explosión de fútbol. Cuando sedimenta un estremecimiento como el que provocó este histórico resultado, la realidad se mira con otros ojos, ya nada es tan sombrío como parecía. Porque lo más relevante, es que ganó el fútbol. Esta vez la "naranja" fue una verdadera "furia roja".