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Viernes 06 de Junio de 2014 - 18:05 hs

Prorrogan créditos productivos para aplacar el cuadro recesivo

El Banco Central prorrogará la línea de crédito productiva que vence a fines de mes, como una manera de mostrarse activo en medio de la parálisis económica actual.

Fuentes oficiales indicaron a LA NACION que se estudia esta medida para el 30 de este mes, cuando venza el plazo de la línea de crédito para la inversión productiva (LCIP).

Habrá entonces otros seis meses para tratar de mejorar la situación del sector industrial, cuya compleja situación ha sido reflejada hasta por el Indec. Será además, una señal hacia dentro del Gobierno, en medio de las acusaciones, por parte del Ministerio de Economía, que recibe la entidad que conduce Juan Carlos Fábrega de haber llevado a la economía a una recesión, por la suba de las tasas de interés de principios de año. La continuidad de la línea es un hecho, tanto para el BCRA como para los bancos, que fueron elogiados la semana pasada por Fábrega públicamente por su buen nivel de cumplimiento.

En particular, este semestre no fue fácil cumplir con el objetivo de colocar $ 23.000 millones, justamente por el fuerte temblor financiero de enero, en medio de la fuerte devaluación decidida por el Gobierno. Pero luego de las dificultades de los primeros dos meses, al parecer la línea volvió a fluir y se llegaría a fines de mes con la pauta fijada por el Central.

En los tres primeros semestres de la LCIP se acordaron préstamos por $ 57.800 millones; de este total, efectivamente se desembolsaron $ 56.217 millones; la línea arrancó con una tasa del 15 %, que luego se incrementó al 17,5% y aún no se detalló si habrá otro salto para el siguiente período que comenzará en julio. Más allá de los detalles técnicos a los banqueros no se les escapa que la extensión de esta línea es una señal de Fábrega a Kicillof, en medio de lo que caracterizan como una batalla profunda, aunque con sordina, por la molestia que le provoca a la presidenta Cristina Kirchner que trascienda esta pelea.

"Kicillof sigue haciendo lo posible para dejar mal parado a Fábrega ante la Presidenta, como el culpable de la recesión, e insiste en la necesidad de una baja de tasas de interés", relató una calificada fuente del sistema con acceso a varios despachos oficiales.

La respuesta pública del banquero central ha sido moderada, pero a los banqueros y en otros organismos oficiales dejó en claro que su límite está puesto en la "independencia de criterio" para decidir el rumbo de la política monetaria.

Por su parte, el ministro dijo que no tiene diferencias ideológicas con Fábrega, sino de roles.