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La interna peronista por el 2015 entre el gobernador bonaerense Daniel Scioli y el ganador de los comicios en esa provincia, Sergio Massa, ya está plenamente lanzada. Y una vez más gira sobre el principal distrito electoral del país y sus intendentes, clave en la carrera hacia la Rosada.

En su terruño, y golpeado por la derrota, Scioli buscó ayer resucitar su plan presidencial y ordenar lealtades en un encuentro con más de 82 jefes comunales en la sede de la gobernación, en la que se acordó definir mañana, en una cumbre en Tres de Febrero, a los candidatos para la elección de autoridades del PJ bonaerense, prevista para el 15 de diciembre. Según trascendió, el gobernador mantiene un amplio consenso para tomar las riendas del partido local. Y Massa aprovechó ayer para cargar contra esa estructura. El intendente de Tigre le dio un portazo a la posibilidad de participar de la renovación del partido y lo hizo con severas críticas. “A la gente no le interesa quién va a ser el administrador de un consorcio de un edificio que se derrumba. El Partido Justicialista bonaerense se encierra en una estructura para legitimar a funcionarios que dicen que en la Argentina no hay inflación”, expresó el tigrense en declaraciones radiales.

De acuerdo con la convocatoria, el PJ elegirá la presidencia del partido, 32 consejeros titulares y 16 consejeros suplentes por las ocho secciones electorales, y 15 consejeros titulares y nueve suplentes por las ramas sindical, juventud y femenina del partido. Ayer se acordó que las candidaturas se decidirán mañana durante un almuerzo en la localidad bonaerense de Tres de Febrero, según confirmó el intendente de Berazategui Patricio Mussi.
Varios jefes comunales echaron a correr la versión de que se podría entronizar al propio Scioli al frente del PJ provincial, algo que no es deseado por el mandatario por tratarse de un peldaño menor para quien hoy lidera el partido nacional y pretende ser el sucesor de Cristina Kirchner. El gobernador prefiere que al frente de la filial bonaerense sea encumbrado el intendente de La Matanza, Fernando Espinoza, aunque el alcalde es uno de los que aspira a ser su sucesor en la Gobernación. Es por eso que varios dirigentes creen que Scioli es el hombre indicado para evitar que se dispare anticipadamente la carrera para el sillón provincial.

Según trascendió, el mandatario provincial tenía la intención de hablar con la presidenta Cristina Kirchner para ver cuál es su posición con respecto a la situación partidaria. Pero ese encuentro podría concretarse después del viernes, debido a que ese mismo día se espera que la jefa de Estado sea evaluada a la espera de que los médicos le den el alta de afecciones cardiovasculares y neurológicas.

El PJ provincial debe realizar las internas porque corre riesgo de perder su personería, mientras que en el caso del nacional las elecciones fueron pospuestas sin fecha. Por caso, el martes vence el plazo para presentar las listas.

El encuentro de ayer se convirtió en una demostración de fuerza del gobernador, quien pudo mostrar al 60 por ciento de los jefes comunales de la provincia a 10 días de haber perdido por 12 puntos las elecciones con Massa. Y la movilización justicialista de mañana tendrá un objetivo clave: demostrar que el tigrense “no es peronista”. “Cuando alguien está cerca de la Sociedad Rural, del diario La Nación o de grupos económicos es todo lo contrario a los intereses populares, y ahí está parado el Frente Renovador”, dio ayer Mussi.

Conciente de la jugada, Massa salió ayer al cruce de los dirigentes kirchneristas. “Mientras algunos se encierran en la burocracia nosotros peleamos por los problemas de la gente”, dijo el tigrense y agregó: “Vemos la foto de los que perdieron la elección tratando de conformar una lista. Es un partido que se encierra a discutir carguitos y que se olvidó de los problemas de la gente”. Y aprovechó para cargar directamente contra Scioli: “El gobernador ni siquiera figura en el padrón del PJ bonaerense. Crearon una discusión absurda de poder que no tiene nada que ver con el tachero que está manejando y tiene miedo de que le pongan el revólver para robarle cuando vuelve a su casa”, afirmó.

El electo diputado, cuya esposa, Malena Galmarini, es secretaria de turismo del PJ bonaerense, ya había anticipado hace unos días que no participaría de la renovación de autoridades. Sin embargo, su aliado e intendente de Malvinas Argentinas, Jesús Cariglino, anunció ayer a DyN que peleará por la conducción del PJ bonaerense, que el jefe comunal de Tigre está al tanto de su decisión y que lo acompañarán varios massistas.
La pelea recién comienza.