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Lunes 04 de Noviembre de 2013 - 23:30 hs

Bonfatti recibió a la investigadora santafesina que integra la Opaq

El gobernador Antonio Bonfatti recibió hoy la visita de la titular del consejo consultivo científico de la Organización para la Prohibición de Armas Químicas (Opaq), Alejandra Suárez, investigadora del Conicet y docente de la Facultad de Bioquímica de la UNR, con quien conversó sobre la difusión y educación en el uso responsable de las sustancias químicas.

La Opaq se encarga de la aplicación de la Convención sobre Armas Químicas. Su misión es asegurar la destrucción de este tipo de arsenales y evitar cualquier forma de su desarrollo o proliferación en el futuro. En octubre, la organización recibió el Premio Nobel de la Paz.

El encuentro con el mandatario provincial se realizó en el salón Protocolar de la Casa de Gobierno, en la ciudad de Santa Fe, con la participación, además, de la ministra de Educación, Claudia Balagué; el decano de la referida facultad, Esteban Serra; y Rolando Spanevello, docente de esa casa de altos estudios que ocupara el lugar de Suárez en la Opaq entre 2003 y 2009.

Durante la reunión, Bonfatti efectuó un "reconocimiento y agradecimiento" a la organización que encabeza Suárez por su actividad, que "genera conciencia en el uso de este tipo de sustancias", al tiempo que instó "a avanzar en esa dirección".

Al cabo del encuentro con el gobernador, Balagué resaltó el hecho de que la Opaq haya recibido el Nobel de la Paz, lo cual "ha dado un fuerte estímulo para seguir trabajando en este sentido e incorporar esta temática".

En junio último se llevó a cabo en la Facultad de Ciencias Bioquímicas y Farmacéuticas de Rosario un taller denominado "Química para la Paz", una experiencia inédita a nivel mundial que contó con ponencias de expertos internacionales. Las clases hicieron eje en en la importancia de la promoción de la no utilización de sustancias químicas tóxicas para fines bélicos.

Asistieron al taller docentes universitarios de grado y posgrado de las carreras relacionadas con las ciencias químicas, investigadores científicos, profesionales de la industria química y autoridades de escuelas y del área de la Secretaría de Ciencia, Técnica e Innovación. Asimismo, hubo una parte dedicada a alumnos que resolvieron posibles situaciones de riesgo.

Al respecto, Balagué consideró que la actividad fue el disparador para empezar a "trabajar la temática en las escuelas técnicas de la provincia, fundamentalmente en aquellas que tienen una orientación en química; el compromiso disciplinario de conocer lo que están trabajando y cómo tienen que manejarse éticamente con estas sustancias. Estamos viendo esa posibilidad; empezamos a instrumentar ya algunas acciones para poder desarrollarlas el año próximo", anticipó.


Por su parte, Suárez, expresó el "compromiso no solamente de enseñar las cuestiones disciplinares" sobre la materia "sino también de encauzar la responsabilidad que los estudiantes van a tener posteriormente como profesionales. Por eso, esta facultad fue el ámbito adecuado para llevar adelante este taller, que fue la primera experiencia en el mundo de realizar esta actividad, con excelentes resultados que serán replicados en reuniones regionales y tomados como ejemplo para ser aplicados en otros países".

"Si bien Argentina es un país libre de armas químicas, la idea es que las sustancias químicas tienen un uso múltiple, así como el conocimiento químico que se genera puede tener un uso dual. Entonces, hay que tener conciencia de eso y una actitud responsable de cómo se van a utilizar: las sustancias químicas no son ni buenas ni malas, lo que cambia es el uso que cada persona les da. Por eso es fundamental que las personas que las vayan a utilizar sean conscientes de ésto para poder decidir cuál es la utilización que se le dará", completó Suárez.

Asimismo, se mostró "congratulada de pertenecer a una organización reconocida internacionalmente, esperando que eso sea el inicio de un largo camino en la educación y difusión sobre el uso responsable de toda sustancia química".

El taller realizado en Rosario constituye el inicio de un programa que se desarrollará a través de una red de facultades de Argentina y otros lugares del mundo.

Fuente: na