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Jueves 24 de Octubre de 2013 - 13:57 hs

Berlín convoca al embajador de EEUU por el posible espionaje a Merkel

 Alemania convocó el jueves al embajador estadounidense en Berlín, John B. Emerson, para pedir explicaciones sobre el supuesto espionaje del teléfono móvil de la canciller Angela Merkel por parte de los Servicios secretos estadounidenses. El ministro de Exteriores en funciones, Guido Westerwelle, se reunirá esta tarde personalmente con el enviado de Washington en la sede de su Ministerio. Tanto la convocatoria del Embajador como la reunión personal con el jefe de la Diplomacia alemana son medidas extraordinarias, con las que Berlín manifiesta su indignación por las sospechas de espionaje a su Gobierno. El miércoles, la propia canciller Merkel llamó al presidente de Estados Unidos, Barack Obama, para protestar por el presunto espionaje de su teléfono. Un portavoz de la Casa Blanca aseguró acto seguido que Washington “ni vigila ni vigilará” el móvil de Merkel. Lo que no dijo es si lo han espiado en el pasado.

Los portavoces de Exteriores anunciaron el jueves que Westerwelle expondrá ante Emerson la “sorpresa y la indignación” alemanas ante las sospechas de que la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) estadounidense fisgoneó en las comunicaciones de Merkel. La canciller utiliza su móvil muy a menudo, tanto para hablar como para enviar mensajes de texto con los que se comunica con ministros y personal de confianza.

Su indignada reclamación a Washington no libró a la canciller de nuevas críticas por su actitud contemporizadora ante las revelaciones previas sobre el espionaje masivo a los ciudadanos alemanes y europeos. Este verano, el diario británico The Guardian y el semanario de Hamburgo Der Spiegel revelaron que la NSA y otras agencias de Estados Unidos y Reino Unido monitorizan con gran precisión millones de comunicaciones en sus países aliados. Basaban sus informaciones en documentos sustraídos por el exempleado de la NSA Edward Snowden, que denunció la pasmosa magnitud del fisgoneo a las redes internacionales de internet y telefonía por parte de estadounidenses y británicos.

Tras el consiguiente escándalo en Alemania, donde las vulneraciones a la privacidad generan considerable inquietud pública, Merkel dijo en una entrevista televisada el 18 de agosto que ella carecía de “razones para dudar de que las custiones que se plantearon [con las revelaciones] estén ya aclaradas”. Una frase puesta en entredicho por su propio portavoz, Steffen Seibert que, en una nota de prensa emitida el miércoles por la noche dice que Merkel exigió en su llamada telefónica a Obama “respuestas a cuestiones que el Gobierno federal planteó hace ya meses”. En septiembre se celebraron elecciones generales y la democristiana Merkel (CDU) prefirió en agosto dar el caso por resuelto. Hasta que se ha enterado de que los espías vigilan, probablemente, su propio teléfono.

Ronald Pofalla, el Ministro sin cartera que coordina los servicios secretos alemanes desde Cancillería, dijo en verano que el escándalo había quedado atrás. Los democristianos temían que las informaciones sobre el espionaje a sus ciudadanos les pasaran factura en los comicios. Estados Unidos prometió colaborar más estrechamente con Berlín en cuestiones de seguridad y Pofalla aseguró que “en Alemania no se están vulnerando los derechos fundamentales de millones de personas”. Aunque quizá sí los de la Canciller.

Las sospechas partieron de una investigación del Spiegel, que se dirigió al Gobierno con documentos que apuntan al espionaje del móvil de Merkel. Los servicios secretos alemanes comprobaron los datos y alertaron a Cancillería de que las sospechas son plausibles. Seibert dijo el miércoles por la noche que Merkel se quejó a Obama por lo que, de confirmarse, considera “prácticas absolutamente inaceptables”.

El jefe de Los Verdes en el recién constituido Parlamento federal (Bundestag), Anton Hofreiter, tachó este jueves de “desfachatez absoluta” que Estados Unidos haya vigilado el celular de la canciller alemana. Añadió que también es una “desfachatez absoluta” que el Gobierno de Merkel se indigne solamente ahora, después de meses de revelaciones sobre el espionaje a las comunicaciones a través de internet y las redes de telefonía móvil.

La mermada oposición, compuesta por Los Verdes y el partido La Izquierda (Die Linke), acusa a Merkel de usar un doble rasero y pide al Gobierno en funciones que ponga sobre la mesa todo lo que sabe del espionaje a los ciudadanos. El Partido Socialdemócrata de Alemania (SPD) está negociando con Merkel una gran coalición para gobernar Alemania en la legislatura que empieza, así que la canciller no tiene que temer ataques demasiado duros.

Fuente: elpais.com