El uso de bolsas reutilizables es una excelente manera de reducir el consumo de plásticos y cuidar el medioambiente. Sin embargo, muchas veces no se tiene en cuenta que, al emplearlas para transportar alimentos, pueden acumular bacterias o suciedad si no se les da el cuidado adecuado. Estos son algunos errores frecuentes y cómo evitarlos para mantener la higiene y la seguridad de tus compras:
1. No lavarlas con frecuencia
Uno de los errores más comunes es usar las bolsas varias veces sin limpiarlas. Aunque no se vean manchas, los restos de tierra, humedad o jugos de alimentos frescos pueden favorecer la proliferación de bacterias. Lo ideal es lavarlas después de cada uso, especialmente si transportaron carnes, frutas o verduras.
2. Usar la misma bolsa para todo
Mezclar alimentos frescos con productos de limpieza o artículos que estuvieron en contacto con la calle puede ser un foco de contaminación. Lo recomendable es destinar bolsas distintas para cada tipo de producto: una para frutas y verduras, otra para carnes y otra para artículos de limpieza.
3. Guardarlas sin que estén secas
Guardarlas cuando todavía tienen humedad favorece la aparición de moho y malos olores. Es mejor dejarlas secar al aire, en un lugar limpio y ventilado, antes de doblarlas o guardarlas.
4. No revisar el estado de las bolsas
Con el tiempo, las bolsas reutilizables se desgastan. Si están rotas, manchadas o con olores persistentes, lo mejor es reemplazarlas por unas nuevas.
5. No tener en cuenta el material
No todas son aptas para transportar alimentos húmedos o pesados. Algunas se deterioran más rápido y absorben olores. Elegir materiales resistentes y fáciles de lavar, como lona o tela gruesa, ayuda a prolongar su vida útil.
Usar estas bolsas es un hábito sustentable, pero también requiere de cuidados para no comprometer la higiene de los alimentos. Con una limpieza adecuada y una buena organización, podés aprovechar todos sus beneficios sin riesgos para la salud.