La zona de Avenida Galicia y Rivadavia se ha convertido, desde hace varios meses, en un punto de encuentro habitual para motociclistas y grupos de jóvenes. Los vecinos denuncian que se reúnen en el lugar hasta altas horas de la madrugada con música a alto volumen.
El reclamo de los residentes no es nuevo. Cuando se intensificaron los controles en la costanera santafesina, el punto de encuentro se desplazó a Barrio María Selva, donde se reiteran las picadas de vehículos, los disturbios, el ruido excesivo y la acumulación de basura.
"Todas las noches hay picadas. En los playones se ponen con música ‘al palo’, hay mucho ruido todas las noches, más que nada el fin de semana", comentó Marina al móvil de LT10.
Crecimiento del desorden tras la disminución de operativos
La situación es una constante, afirmaron los vecinos. "Comienzan a llegar de a poco y en un par de horas estas calles se convierten en una fiesta", describió la residente, y detalló que las carreras de motos y autos se dan en el tramo que va desde Aristóbulo del Valle hasta Necochea.
En relación con los operativos y el patrullaje, la vecina señaló que cuando se implementaron de manera continua, el desorden había disminuido significativamente. Sin embargo, al poco tiempo, cuando notaron que los controles se espaciaban, los grupos volvieron a concentrarse en el barrio.