Los repasadores son uno de los textiles más expuestos en la cocina: absorben grasa, humedad y olores que parecen imposibles de eliminar. Con el tiempo, su blanco original se apaga y recuperarlo puede parecer una tarea difícil. Sin embargo, un truco casero se volvió viral por su eficacia para dejar los repasadores como nuevos.
El secreto está en el oxígeno activo, también conocido como percarbonato de sodio. Este compuesto, al mezclarse con agua caliente, libera burbujas de oxígeno que generan una reacción efervescente capaz de eliminar suciedad incrustada, manchas difíciles y bacterias. A diferencia de la lavandina, no daña las fibras ni deja residuos tóxicos, convirtiéndose en una alternativa segura y ecológica.
El procedimiento es sencillo: basta con disolver dos cucharadas soperas de oxígeno activo en un balde con agua caliente, sumergir los repasadores entre una y tres horas según el nivel de suciedad, lavarlos de forma habitual y enjuagarlos bien. Al secarlos al sol, el efecto blanqueador natural se potencia, recuperando el blanco original sin esfuerzo.
Expertos en limpieza destacan que el oxígeno activo es un reemplazo seguro y eficaz de la lavandina, ya que limpia en profundidad sin emitir vapores irritantes ni deteriorar los tejidos. Su fórmula biodegradable también reduce el impacto ambiental, convirtiéndolo en un aliado sustentable dentro de cualquier rutina doméstica.
Además, su versatilidad permite usar oxígeno activo más allá de los repasadores: realza el blanco de la ropa, elimina olores en zapatillas, limpia juntas de cerámicos y neutraliza malos aromas en la heladera o el tacho de basura. Para mantener su efectividad, se recomienda guardarlo en un frasco hermético y no mezclarlo con ácidos.
En tiempos donde lo natural y sustentable gana terreno, este truco casero demuestra que lo simple sigue siendo lo más eficaz para mantener la casa limpia, fresca y cuidada, recuperando fórmulas tradicionales adaptadas a la vida moderna.