Sebastián Báez (39º) no levanta. No puede ganar en los Grand Slams, como si se tratara de una barrera prácticamente imposible de superar. Pese a buscar soluciones constantemente, no encuentra la fórmula para salir adelante en esta clase de torneos. Este lunes volvió a caer en la primera ronda por cuarta vez consecutiva en un Major: fue ante Lloyd Harris (353º) por 6-3, 7-5 y 6-4, en el debut del US Open.
En la Cancha 7 de Flushing Meadows, el pupilo de Sebastián Gutiérrez lo intentó de todas las formas posibles: arrancó firme desde el fondo, trató de bloquear los saques rapidísimos de su rival y buscó tomar la iniciativa. No obstante, no aprovechó las oportunidades de quiebre que tuvo en el séptimo game del set inicial y, desde entonces, perdió seis juegos consecutivos.
En un abrir y cerrar de ojos, ya estaba con una desventaja de dos quiebres en el segundo set y el primer parcial perdido. En ese momento, sin embargo, logró resetearse: empezó a jugar más suelto, como si no tuviera nada que perder, y castigó a un rival que arrancó con dudas, hilvanando cuatro games seguidos. Incluso llegó a tener chances para igualar el partido. Sin embargo, no pudo sostener su decisión agresiva, perdió muchos puntos cuando no le entró el primer servicio (apenas ganó el 29% con el segundo) y quedó 0-2 en el marcador.