En una sesión histórica, la Cámara de Diputados de Uruguay aprobó en la madrugada del miércoles el proyecto de ley que habilita la eutanasia para personas que atraviesen enfermedades incurables, en etapa terminal, con sufrimiento extremo y deterioro progresivo de su calidad de vida. La iniciativa, impulsada por el oficialista Frente Amplio, obtuvo 64 votos a favor sobre 93 legisladores presentes, con respaldo de sectores del Partido Nacional y del Partido Colorado.
La ley, denominada “Muerte digna”, podría convertir a Uruguay en el primer país de América Latina en regular la eutanasia por vía legislativa. La aprobación en el Senado —donde el oficialismo cuenta con mayoría— se espera para antes de fin de año.
Un consenso político transversal
El proyecto es fruto de un largo proceso de debate que se inició en 2019, con el caso del contador Fernando Sureda, quien padecía esclerosis lateral amiotrófica (ELA) y pidió públicamente por la legalización de la eutanasia antes de fallecer. A partir de su historia, el Congreso comenzó a trabajar en distintas propuestas.
Federico Preve Cocco, uno de los impulsores del proyecto y médico neurólogo, explicó: “Uruguay tiene una discusión pública desde hace ya 6-7 años a propósito de una persona que planteó su caso con mucha seriedad y profundidad a nivel público, que fue el contador Sureda”, recordó en diálogo con LT10.

Además, destacó la construcción de consensos entre bancadas de distinto signo ideológico: “Firmamos el proyecto con diputados de diferentes partidos, más conservadores, más progresistas, de derecha, de centro y de izquierda. Logramos así que esto no se partidizara, que fuera una discusión filosófica y humana”, expresó.
En este sentido, subrayó la cultura de diálogo que caracteriza a la política uruguaya: “No hay mayorías parlamentarias en Diputados. Esta realidad nos está haciendo ir en contra de la polarización que se ve a nivel mundial”.
Los puntos centrales de la ley
El texto aprobado contempla que podrán acceder a la eutanasia las personas mayores de edad, psíquicamente aptas, que padezcan una enfermedad incurable e irreversible en etapa terminal, y sufran un deterioro grave de su calidad de vida.
“El corazón de la ley es la definición. Se trata de que pueden ampararse en este derecho quienes cursen enfermedades terminales o irreversibles, con sufrimiento insoportable”, detalló Preve.
El procedimiento incluye garantías estrictas:
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El pedido debe ser realizado al médico tratante.
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Ese profesional debe certificar que se cumplen las condiciones.
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Se requiere una segunda opinión médica independiente.
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En caso de disenso entre ambos profesionales, el caso será evaluado por una junta de tres especialistas.
“Este sistema de garantías tiene más de 22 años de aplicación en Bélgica y Países Bajos, donde no hay ningún profesional procesado. Eso demuestra que funciona”, aseguró.
También se contempla la objeción de conciencia por parte de los médicos, sin afectar el acceso de los pacientes: “La ley ampara el derecho humano, por lo tanto el Estado debe garantizar que todas las personas puedan acceder a esto, más allá de la objeción individual de algún profesional”, explicó.
El texto no habilita la eutanasia para menores de edad, ni contempla la posibilidad de acceder a través de voluntades anticipadas. Tampoco se permitirá el llamado “turismo de eutanasia”. Solo podrán acceder ciudadanos uruguayos o residentes extranjeros con acreditación fehaciente.
Alto apoyo social
Según Preve, la ley cuenta con amplio respaldo de la población.“Las encuestas dan entre un 62% y un 82% de aprobación, incluso entre personas religiosas. No hay dificultad social para discutir este tema”, afirmó.
Próximos pasos
La expectativa en el Senado es alta.“Tenemos legisladores del Frente Amplio, del Partido Colorado y algunos del Partido Nacional a favor. Esperamos aprobarla este año, para que el año que viene ya esté reglamentada”, adelantó Preve.
Y concluyó con una reflexión sobre el espíritu del proyecto:“Este es un derecho que nadie está obligado a ejercer. Lo importante es que quienes lo necesiten, puedan elegir cómo transitar su final”.