El 18 de julio de 1994, una bomba explotó en la sede de la AMIA en Buenos Aires, matando a 85 personas e hiriendo a más de 300. Fue el atentado más grave de la historia argentina y, a 31 años, las víctimas siguen esperando justicia.
La investigación se vio empañada por encubrimientos, pistas falsas y falta de colaboración internacional. A pesar de las condenas por encubrimiento y la persistencia del reclamo social, los autores materiales e intelectuales del atentado nunca enfrentaron un juicio en Argentina.
Ahora, un fallo del juez federal Daniel Rafecas podría abrir una nueva etapa. El magistrado habilitó avanzar hacia un juicio en ausencia contra los imputados internacionales que nunca se presentaron ante la Justicia, en particular exfuncionarios iraníes y ciudadanos libaneses.
Qué es el juicio por ausencia
En diálogo con LT10, el fiscal Sebastián Basso —titular de la Unidad Fiscal AMIA— explicó: “El juicio en ausencia es una modalidad de juzgamiento que el Congreso previó para casos excepcionales. Se da cuando no es posible llevar físicamente al imputado ante el tribunal, pero el Estado necesita dar una respuesta”.
La propuesta fiscal fue aceptada por Rafecas y se encuentra ahora bajo revisión de la Cámara Federal, tras ser apelada por una de las querellas y por la defensa pública.
Basso aclaró que “se respetan todas las garantías constitucionales” y que esta vía no reemplaza a un juicio tradicional, sino que busca “presentar las pruebas, ofrecer una reconstrucción y, eventualmente, una condena, aun sin el imputado presente”.
Y remarcó: “Un juicio penal no es solo condenar culpables. Es también reparar a las víctimas y ofrecer una respuesta a la sociedad. Esto es una cierta forma de justicia, aunque no sea completa”.
Obstáculos y compromisos pendientes
La Unidad Fiscal mantiene su investigación sobre los sospechosos y también sobre las irregularidades de la causa original. “Nosotros calificamos lo sucedido como un atentado terrorista, pero en 1994 esa figura no existía en nuestro Código Penal. Por eso utilizamos las figuras de homicidio agravado y asociación ilícita armada”, señaló Basso.
Respecto del rol de los servicios de inteligencia, admitió: “Hicieron cosas muy buenas, pero también muy malas. Por eso hay condenados. Hoy trabajamos en desclasificar documentos, analizar los informes y depurar pruebas falsas”.
Además, cuestionó la falta de colaboración internacional: “Ni Irán ni Líbano respondieron a los pedidos de extradición. Y muchas pruebas clave están en esos países”.
Según Basso, “Irán ha difundido información falsa con el fin de desviar la investigación. Nosotros tratamos de aislar esas maniobras y concentrarnos en las evidencias confiables”.
La memoria sigue presente
El viernes pasado se realizó el acto central de conmemoración en Buenos Aires, con fuertes discursos que reclamaron justicia y condenaron la impunidad. En Santa Fe, este lunes a las 13:15 se llevará a cabo un homenaje en el Paseo de los Justos, frente a la plaza de la Locomotora.
La actividad recuerda a Danilo Villaverde, un santafesino que murió en el atentado. Su nombre, junto al de las otras 84 víctimas, sigue presente en cada aniversario, como símbolo de una herida que aún no cierra.
“El juicio en ausencia no es el final del camino, pero sí puede ser un paso importante hacia la verdad. Es también una forma de reparación para las víctimas, sus familias y la sociedad toda”, cerró Basso.