Un mensaje simple, pero repleto de significado. Así eligió Unión anunciar la incorporación de Cristian Tarragona como su primer refuerzo del mercado:
“La familia en casa 🏡♥️ #SiempreUnión 🔴⚪”, publicaron las redes oficiales del club, y en segundos, el posteo se llenó de comentarios de afecto y bienvenida para un jugador que no es uno más.
Y es que Tarragona no llega como un nombre más en la lista de refuerzos, sino como un hincha que regresa al club que ama, a la ciudad donde nació, y al equipo que siguió durante toda su carrera profesional desde lejos.
Con 33 años y una extensa trayectoria en el fútbol argentino y el exterior, firmó contrato hasta diciembre de 2026 y ya está bajo las órdenes de Leonardo Madelón, entrenador con el que compartió una exitosa etapa en Gimnasia.
El regreso más esperado
La relación entre Tarragona y Unión se gestó desde lo afectivo. Nacido en Santa Fe el 9 de abril de 1991, el delantero creció soñando con jugar en el 15 de Abril, pero su carrera lo llevó por otros caminos: Arsenal, Santamarina, Temperley, Atlante (México), Patronato, Vélez, Gimnasia, San Lorenzo y Talleres, entre otros.
La familia en casa 🏡♥️#SiempreUnión🇦🇹 pic.twitter.com/Nd23hIuF85
— Club Atlético Unión (@clubaunion) June 17, 2025
Durante años, su nombre apareció como posibilidad en distintos mercados de pases, pero por distintos motivos, nunca se concretaba. Hasta ahora. La vuelta de Madelón fue clave para convencerlo, aunque esta vez el sentimiento tiró más que cualquier otra propuesta.
El hincha y el jugador, juntos
Con la frase “La familia en casa”, Unión no solo le dio la bienvenida a un futbolista, sino también reconoció el valor simbólico de su llegada. Tarragona representa al hincha que soñó con esta camiseta, al santafesino que triunfó en otros equipos, y al jugador que quiere devolverle al club todo lo que alguna vez imaginó desde la tribuna.
El delantero ya entrena con el plantel y será una de las piezas claves del nuevo ciclo tatengue, que busca recuperar protagonismo bajo la conducción de Madelón. En ese contexto, la vuelta de uno de los suyos tiene un impacto que trasciende lo deportivo.
Con Tarragona, Unión no solo suma goles. Suma identidad. Y en ese sentido, el mensaje fue claro: la familia está en casa, y viene a dejarlo todo.