Un preso de 29 años, acusado por delitos vinculados a la ley de drogas, se fugó en la madrugada del sábado de la Comisaría 7ma. ubicada en el barrio San Agustín, zona noroeste de la ciudad de Santa Fe. El interno compartía celda con otros 17 detenidos, quienes, de manera llamativa, no intentaron huir.
El suboficial de guardia detectó la evasión poco después de las 4 de la mañana, tras oír ruidos en el sector de celdas. Al revisar el área, hallaron en el exterior del módulo de detención un alicate industrial (con bordes amarillos) y el candado de una celda cortado y tirado en el piso. El recluso ya no estaba.
Según las primeras hipótesis, el evadido habría recibido ayuda externa. Se sospecha que el alicate fue alcanzado desde fuera del penal o incluso que un cómplice trepó por los techos y facilitó la huida. El detenido, permanecía alojado en la comisaría por infracción a la Ley 23.737 de Estupefacientes.
La Policía de Investigaciones (PDI) y peritos de Criminalística trabajaron en el lugar durante toda la jornada. Se secuestraron los teléfonos celulares de dos agentes de turno y el libro de guardia, para establecer responsabilidades. Además, se entrevistó a los internos y se relevaron cámaras de seguridad en la zona.
La Fiscalía de Flagrancia del Ministerio Público de la Acusación tomó intervención y ordenó una batería de medidas: peritajes técnicos, reconstrucción del hecho, análisis de vigilancia urbana y domiciliaria, y revisión del accionar de los efectivos a cargo del tercio de guardia.