Con el sorteo y las llaves de eliminación definidas, los equipos argentinos conocen sus próximos destinos en la Libertadores y la Copa Sudamericana. Mientras el fútbol entra en receso, los técnicos, dirigentes y planteles ya trazan las logísticas de viajes que no solo implican esfuerzos deportivos, sino también físicos y organizativos.
En la Copa Libertadores, son cuatro los representantes nacionales que buscarán la gloria: River Plate, Racing, Estudiantes y Vélez. El Millonario tendrá un cruce accesible en distancia: 1.300 kilómetros lo separan de Asunción, donde enfrentará a Libertad de Paraguay.
Estudiantes, por su parte, también viajará a la capital paraguaya para medirse con Cerro Porteño, lo que implica el mismo recorrido. Racing, quizás el que menos sufra en lo logístico, jugará en Montevideo ante Peñarol, apenas a 237 kilómetros de Avellaneda.
En cambio, Vélez tendrá la travesía más extensa: deberá recorrer nada menos que 4.800 kilómetros para jugar ante Fortaleza en el estado de Ceará, en el norte de Brasil.
La Copa Sudamericana, en cambio, presenta un panorama más incierto por tratarse de cruces ante rivales que aún deben definirse en los playoffs. Aun así, ya hay aproximaciones claras para Huracán, Independiente, Godoy Cruz, Lanús y Central Córdoba, el único que aún debe jugar su llave previa.
El Globo enfrentará al ganador entre San Antonio Bulo Bulo (Bolivia, 2.585 km) y Once Caldas (Colombia, 6.784 km), lo que lo convierte en uno de los equipos con mayor posible recorrido. Independiente deberá esperar por Guaraní de Paraguay (1.300 km) o Universidad de Chile (1.400 km), distancias moderadas para el calendario del Rojo.
Godoy Cruz podría tener un viaje demoledor si le toca enfrentar a Atlético Bucaramanga de Colombia (6.754 km), aunque su otro posible rival, Atlético Mineiro, no es precisamente un paseo: el viaje a Belo Horizonte suma 3.491 kilómetros.
Lanús, por su parte, tiene dos posibles destinos: Central Córdoba (1.049 km) o Cerro Largo de Uruguay (770 km). En tanto, el Ferroviario, para su repechaje, deberá recorrer 1.354 km hasta el país vecino.
Sumando todas las posibles rutas, los equipos argentinos pueden llegar a recorrer más de 30.000 kilómetros en total durante los octavos de final y los cruces de repechaje. Se trata de un verdadero tour continental en busca de la gloria, donde el avión, el descanso y la planificación logística serán casi tan importantes como el rendimiento en la cancha.