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A pesar de las largas negociaciones y la inminencia del congreso nacional de la UOM que arrancará hoy en mar del Plata, el gremio metalúrgico y las cámaras empresarias de la actividad no lograron alcanzar ayer un acuerdo salarial, por lo que el Ministerio de Trabajo dictó la conciliación obligatoria en el sector de manera de evitar la convocatoria a medidas de fuerza por parte del sindicato que conduce Antonio Caló. En ese marco, las autoridades laborales volvieron a convocar para el jueves a las partes con la intención de limar diferencias entre el último ofrecimiento empresario de un aumento del 19% y el reclamo gremial por una recomposición mínima del 25%.

“Se va a aprovechar la conciliación para continuar negociando porque se está cerca de un entendimiento”, explicaron anoche desde la cartera laboral, que encabeza Carlos Tomada.
La falta de acuerdo, sin embargo, generó divergencias entre las propias cámaras que participan de la negociación con la UOM: la Asociación de Industriales Metalúrgicos (ADIMRA), la Cámara de la Pequeña y Mediana Empresa Metalúrgica (CAMIMA), la Cámara Argentina del Acero (CAA), Fedehogar y las autopartistas de AFAC. Voceros de dos de esas entidades deslizaron que durante la reunión de ayer se barajó la alternativa de un entendimiento que contemplara un incremento de 20% (12% en abril y 8% en agosto) más una suma fija de $ 300, lo que implicaría –de acuerdo con sus cálculos– un aumento total cercano al 30%, algo considerado “imposible de hacer frente” por parte de ambas cámaras.
“Se habló de un esquema de dos actas, una con 20% y otra de suma fija de $ 300, que significa un 10% adicional sobre el básico actual de $ 3.100, lo que es una barbaridad que no vamos a firmar”, advirtió las fuentes empresarias.

La representación de la UOM, conformada por Caló, Naldo Brunelli y Francisco Gutiérrez, insistieron en el pedido de un incremento de 25% y solo concedieron la alternativa de su aplicación en dos tramos en abril y julio.

El estancamiento de la negociación y la imposibilidad de anunciar el aumento en el marco del congreso que su gremio arranca hoy en Mar del Plata, también implica cierto revés para el propio Caló, que aspiraba a mostrar ante su tropa el acuerdo paritario ya firmado, en especial con vistas a sus pretensiones de enfrentar a Hugo Moyano en la disputa por la sucesión del máximo sillón de la CGT. Ocurre que en el congreso está previsto poner a consideración de los representantes de todas las seccionales del sindicato la eventual candidatura de Caló, para avanzar luego en un pronunciamiento que exponga la idea de postular al dirigente como “exponente de un acuerdo general de todos los gremios o por lo menos de un porcentaje importante y mayoritario de los sectores que componen la CGT”, explicaron desde la cúpula metalúrgica