Este lunes por la mañana, Unión volvió a entrenarse en el predio Casasol, con la mente puesta en el último compromiso de la fase de grupos de la Copa Sudamericana. El próximo miércoles 28 de mayo, el equipo enfrentará a Cruzeiro en Belo Horizonte, en lo que marcará el cierre de su participación internacional en el Grupo 3.
Más allá de que ya no tiene chances de clasificación, el técnico Leonardo Madelón no se toma el partido como un simple trámite. Por el contrario, la intención es alinear lo mejor que tiene disponible, buscando cerrar la competencia con un resultado positivo que sirva como inyección anímica y económica: una victoria significaría 115.000 dólares de premio por parte de Conmebol.

La jornada de este lunes dejó una buena noticia para el cuerpo técnico: tanto Claudio Corvalán como Jerónimo Dómina volvieron a trabajar con normalidad tras superar molestias físicas, y estarán a disposición. En tanto, se aguarda por la evolución de Julián Palacios, quien arrastra una dolencia pero no está descartado.
Por su parte, Bruno Pittón y Rafael Profini, ambos operados, continúan sus respectivas recuperaciones. En el caso del lateral izquierdo, recién estaría disponible en 2026.
En cuanto al equipo titular, todavía no hay certezas. Sin embargo, todo indica que Madelón utilizará una formación competitiva, más allá de que el torneo ya está cerrado para el Tatengue. El objetivo es cerrar con dignidad un semestre irregular y comenzar a moldear el próximo ciclo con bases más firmes.