El fútbol muchas veces da revanchas inesperadas y el caso de Facundo Garcés es un ejemplo. Luego de una salida tensa de Colón, donde se fue libre y presentó un reclamo económico por deudas salariales, no solo encontró destino en Europa, sino que logró consolidarse en España.
Garcés arribó a Deportivo Alavés en silencio y con el desafío de adaptarse a un fútbol totalmente distinto. Al principio, su participación fue limitada, como suele ocurrir con muchos jugadores que llegan desde Sudamérica. Pero con el correr de los meses, su rendimiento fue de menor a mayor.
El santafesino terminó ganándose un lugar como titular en la recta final de la temporada, justo en el tramo decisivo donde Alavés luchaba por mantener la categoría en La Liga. No solo respondió con solidez, sino que también aportó liderazgo y personalidad en momentos clave. Su rendimiento fue reconocido tanto por el cuerpo técnico como por los hinchas, que valoraron su entrega y compromiso.
Con su aporte, Alavés logró sellar la permanencia en la primera división del fútbol español, un objetivo fundamental. Y para Garcés significó una reivindicación personal tras un cierre turbulento en Colón, donde fue capitán y referente, pero terminó alejándose en medio de un conflicto institucional y económico.