El debut con Alpine en el Gran Premio de Emilia-Romagna no tuvo el desenlace ideal desde lo deportivo para Franco Colapinto, quien culminó en el 16° puesto. Sin embargo, hubo otro podio donde el piloto argentino volvió a destacarse: el de la conexión con su gente.
Ni bien bajó del auto en el mítico trazado de Imola, Colapinto caminó hacia una de las tribunas colmadas por hinchas argentinos que lo esperaban con camisetas, banderas y una ovación que se hizo escuchar:
“Olé, olé, olé, olé, Franco, Franco”.
El piloto de Pilar, siempre con una sonrisa, se acercó, firmó autógrafos, se sacó fotos y saludó uno por uno a los fanáticos que, una vez más, dijeron presente en su recorrido por la Fórmula 1. El momento fue registrado por María Catarineu, su representante, quien compartió el video en redes sociales mostrando la cercanía entre el corredor y su gente.
🗣️ Franco: “El objetivo era terminar”
Más allá de la posición final, Colapinto rescató lo positivo de su participación:
“El objetivo era terminar, sumar vueltas y seguir ganando experiencia”, aseguró tras bajarse del monoplaza. “Hay que tener confianza. A tomárselo con calma e ir de a poco”, agregó, con esa serenidad que lo caracteriza desde que empezó a codearse con la élite del automovilismo.
La carrera en Imola marcó el estreno oficial de Franco con Alpine, luego de que en los meses anteriores se subiera a un F1 de Williams. Ese paso previo también le valió una creciente hinchada, que ahora cambió de colores pero no de pasión.
🇦🇷 De Williams a Alpine, pero siempre con Argentina detrás
"OLE, OLE... FRANCO, FRANCO" espectacular momento entre Colapinto y su gente... ¡EN IMOLA!
— SportsCenter (@SC_ESPN) May 18, 2025
🎥 /mariacatarineu pic.twitter.com/lTjqjEhqym
La “Colapintomanía” no entiende de escuderías. Si en 2024 los fanáticos argentinos vestían azul y blanco por Williams, en este 2025 el cambio fue inmediato: Alpine es ahora el equipo más argentino de la F1, por una sola razón: Franco Colapinto.
Y aunque los resultados aún no exploten en la pista, hay algo que ya tiene garantizado para la próxima fecha, el icónico GP de Mónaco:
el apoyo incondicional de su gente. Porque Colapinto no solo corre con un motor Renault detrás, también lo hace con una tribuna llena de sueños albicelestes.