El Observatorio de Femicidios en Argentina “Adriana Marisel Zambrano”, coordinado por La Casa del Encuentro, presentó su informe correspondiente al primer cuatrimestre de 2025, con cifras alarmantes: 96 víctimas fatales por violencia de género en apenas cuatro meses.
Entre el 1° de enero y el 30 de abril se registraron 90 femicidios de mujeres y niñas, y 6 femicidios vinculados de varones adultos. La provincia de Buenos Aires encabeza la lista con 37 casos, seguida por Santa Fe (11), Córdoba (7) y Mendoza (6).
El informe destaca que 83 hijas e hijos quedaron sin madre; el 48% de ellos son menores de edad. El 59% de los agresores eran parejas o exparejas, lo que refuerza una tendencia ya conocida: el hogar continúa siendo el lugar más peligroso para las mujeres en situación de violencia, ya que el 66% de los crímenes ocurrieron en la vivienda de la víctima o en la que compartían con el femicida.
En cuanto al perfil de las víctimas, el grupo más afectado tiene entre 19 y 50 años. Las modalidades más frecuentes fueron disparos (25), golpizas (19) y puñaladas (13). Además, 15 de las víctimas habían realizado denuncias previas y seis de los agresores tenían medidas cautelares dictadas que no fueron efectivas.
El informe también subraya otras vulnerabilidades: 5 de las víctimas presentaban indicios de abuso sexual, una era de pueblos originarios, cuatro eran migrantes y una estaba embarazada.
La organización advirtió además sobre el impacto del Decreto 735/2024, que redujo el financiamiento de políticas públicas en violencia de género, generando retrocesos en marcos legales e institucionales. ONU Mujeres señaló en su reciente informe “Perfil de País Argentina 2024” que la violencia contra las mujeres es estructural, afecta a todas las edades y clases sociales, y se ve agravada por la falta de institucionalidad y la desigualdad económica y laboral.
Desde La Casa del Encuentro recordaron que no todo homicidio de una mujer es un femicidio: debe analizarse el contexto para determinar si existió violencia de género. También exigieron el cumplimiento efectivo de leyes, protección real para las víctimas, y políticas de prevención activas.
“La violencia de género EXISTE. Es un tema de Derechos Humanos y no de inseguridad. Nunca tendrán la comodidad de nuestro silencio”, concluye el informe firmado por Ada Rico, presidenta de la entidad.