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Poco más de 8 horas de debate, una mayoría sólida y el acompañamiento de gran parte de la UCR le permitieron al oficialismo convertir en ley anoche en Diputados la ratificación del traspaso del transporte a la Ciudad por 162 votos positivos, contra 54 negativos y 18 abstenciones. Al PRO de Mauricio Macri no le alcanzó con el apoyo de la Coalición Cívica, el Frente Peronista, parte del FAP y tres diputados radicales y buscará dejar ahora el tema en manos de la Corte Suprema.

La estrategia macrista de judicialización de la disputa sobrevoló la sesión y una decena de legisladores de diferentes bloques coincidió en asegurar que el tema terminará en la Corte. Anticipando ese escenario, la oficialista Diana Conti enfatizó que el proyecto es constitucional y que la Nación no está haciendo un “traspaso de competencias”, que tendría que incluir los recursos económicos, sino que “está dándole a la Ciudad lo que siempre le correspondió”.

Un espectro variado de opositores rechazó sus argumentos. “Este tema no va a terminar con esta ley, muy a pesar del oficialismo. Es rayano con la inconstitucionalidad”, sostuvo la peronista disidente Graciela Camaño. En igual sentido se expresó Graciela Ocaña. “La falta de madurez política de los dos gobiernos va a terminar solucionándose en la Corte”, auguró.

A contramano del antikirchnerismo a ultranza que ejerció en los últimos años, fue la UCR la que salió en defensa de la constitucionalidad de la discusión. “Nos sentimos absolutamente competentes para tratar este tema”, aprobó el cordobés Mario Negri, que de todas formas no se privó de cuestionar por igual a los gobiernos nacional y porteño. “Huyen hacia adelante por miedo a la responsabilidad de hacerse cargo de la muerte”, fustigó, en alusión a la tragedia de Once.

Su bloque, sin embargo, no votó unido. El cordobés Oscar Aguad –que había abierto una discusión interna pidiendo respaldar al PRO– adhirió, pero impulsó que tres diputados que le responden (Lucio Aspiazu, Daniel Kroneberger y Enrique Vaquie) rechazaran la iniciativa oficial y que un cuarto (Hipólito Faustinelli) se ausentara. La disidencia provocó una airada discusión en el bloque apenas terminada la sesión y reabrió cuestionamientos sobre la conducción de Ricardo Gil Lavedra.

Aún con esa grieta, para el PRO la postura radical fue difícil de asimilar. “Hablan de huir y olvidan que su correligionario se fue en helicóptero”, azuzó Silvia Majdalani. El jefe de la bancada, Federico Pinedo, fue más sutil. En el final de su exposición le rindió homenaje a Leandro Alem, fundador de la UCR.

“No es verdad que las provincias le paguen el subte a los porteños. La Ciudad se paga todos sus servicios”, agregó el macrista, aunque su postura estaba en seria desventaja. Con 25 diputados porteños y 232 de las provincias, fueron abrumadora mayoría los discursos sobre la “poca solidaridad” de la Ciudad para con el interior.

Fue esa la línea que siguió el titular del bloque kirchnerista, Agustín Rossi, al cerrar el debate. “El porteño es el único gobierno local que no administra su sistema de transporte urbano de pasajeros”, enfatizó. Le advirtió además a Macri que “sería un error” llevar el tema a la Corte y le recomendó: “Tiene ahora, además del acta, la ley. Y lo lógico sería que respete la ley”.