Hoy - El testimonio de Froylan Aguirre

Jueves 01 de Marzo de 2012 - 10:27 hs

“Martínez Dorr me sometió a tormentos en la seccional primera”

Este jueves comienza un nuevo juicio oral por crímenes de lesa humanidad en la ciudad de Santa Fe. “Este hombre operaba en lo que se denominó La Patota y participó de operativos donde hubo asesinatos, secuestros y violaciones”, remarcó.

En diálogo con LT10, Froylan Aguirre, víctima de la última dictadura militar en Santa Fe, expresó que “en un rato voy a tener que estar sentado en tribunal oral frente al ex policía Roberto José Martínez Dorr. Esta persona me sometió a tormentos y a terribles palizas cuando yo estaba secuestrado en la seccional primera. Yo estuve 29 días secuestrado en la ilegalidad hasta que fui legalizado y trasladado a la Guardia de Infantería Reforzada. Yo hace muchísimos años que venía denunciando esta situación. Primero declaré ante el Juez Garzón hasta que se abrió pasos a esta política de derechos humanos, para llegar a esta instancia”.

Además, Froylan Aguirre recordó que “yo era militante de la Unión de Estudiantes Secundarios (UES). Comencé a militar cuando ingresé a la Escuela Industrial Superior, en el contexto de la lucha por el medio boleto estudiantil. La represión comencé antes del golpe de Estado. Recuerdo que la EIS fue cerrada. Finalmente vino el golpe y se produjo una persecución terrible contra todos los estudiantes y particularmente contra los militantes. A tal punto, que en la Escuela Industrial hubo muchos desaparecidos y detenidos ilegales”.

Sobre Roberto José Martínez Dorr, la víctima señaló que “este hombre estuvo a cargo del Comando Radioeléctrico y de la Brigada de Explosivos. Este hombre operaba en lo que se denominó La Patota y participó de operativos donde hubo asesinatos, secuestros y violaciones. Hay muchos testimonios que lo involucran en varios delitos de esta índole”.

Finalmente, Froylan Aguirre señaló que “yo reconocí a este sujeto cuando me lo crucé en la calle hace muchos años y no sabía ni su nombre. Encontrarse en la calle a su torturador es una sensación muy difícil de describir. Impera la impotencia. Finalmente, pude acceder a su identidad y aparecieron otros testimonios”.


Fuente: LT10