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Mientras se espera que la Nación se reúna mañana con los gremios docentes, el gobierno porteño suspendió ayer la paritaria porteña, luego que los gremios rechazaran la última propuesta salarial.

El ministro de Educación de la Nación, Alberto Sileoni, ofreció un aumento del 19,7%, que subiría el salario mínimo de $ 2.300 a $ 2.800, mientras que los gremios piden el 30%, lo que llevaría al salario a $ 3.100.

Al tiempo que dilató la convocatoria hasta mañana, Sileoni insistió en que las clases deben empezar igual el 28 de febrero próximo, aunque no se llegue antes a acordar salarios para los docentes.

A su vez, el gobernador bonaerense, Daniel Scioli, ató la discusión en su distrito a la paritaria nacional docente, y dejó una nueva citación a los gremios pendiente de que se resuelva el aumento salarial a ese nivel. El jueves pasado se iniciaron las discusiones en la provincia con un pedido de suba del 29% por parte de los sindicatos y sin que haya habido una oferta oficial.

En el resto de las provincias las conversaciones tienen distinto grado de avance, pero todos esperan a ver qué acuerda Sileoni.

En la ciudad de Buenos Aires, el gremio de docentes porteños UTE-CTERA denunció ayer que el ministro de Educación capitalino, Esteban Bullrich, advirtió en la reunión que mantuvieron por la mañana, que deberá “cerrar grados y divisiones” si accede al aumento de 29% reclamado por los sindicatos.

Los 17 sindicatos porteños rechazaron la propuesta que para ellos es del 17,6% para el sueldo de bolsillo, mientras que el gobierno de la ciudad asegura que es del 21% con presentismo y materiales didácticos

El secretario general de la Unión de Trabajadores de la Educación, Eduardo López, manifestó que “lo que nos ofrecieron es un aumento anual en dos cuotas, una inicial de 12,5% y en la segunda llevarlo a 17,6%. Nosotros estamos pidiendo el 29%, y esto es inferior al 20% que le ofreció Nación a la CTERA .

“¿Si rechazamos un 20% a nivel nacional, cómo vamos a aceptar un 17,6%?”, cuestionó López.
“El sueldo inicial lo llevaría de $ 2.400 a $ 2.850, aunque Bullrich diga que son $ 3.000, porque ahí cuenta el presentismo de $ 150 que cualquier docente pierde si se enferma”, aclaró el dirigente.
López precisó que la intención de los docentes “es que haya clases el 28 de febrero”.
En cambio, Gustavo Frutos, de la Unión Docentes Argentinos, aseguró que, “con las cosas de esta manera, no comienzan las clases”.

Por su parte, el ministro Bullrich manifestó que lo ofrecido a los sindicatos es “el 20% de incremento del sueldo de bolsillo para el docente que recién inicia su actividad más materiales didácticos, con lo que la oferta llegaría al 21%”.
“Respecto del presentismo, es falso lo que afirma López, porque lo cobró el 99% de los docentes de la ciudad en 2011” dijo Bullrich, y añadió: “Consideramos ahora que si hay o no clases depende de la responsabilidad de los sindicatos”.