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Los caminos de la Copa Davis ya han señalado el destino: Argentina deberá derrotar, entre el 6 y 8 de abril próximo, a los gigantes croatas en los cuartos del Grupo Mundial para alimentar las ilusiones de la ensaladera.

De no haber sorpresas, la serie será en Buenos Aires, casi con certeza en el estadio de Parque Roca, el escenario que cuenta con capacidad para 14 mil espectadores y canchas de polvo de ladrillo.

La localía, tan apreciada por los jugadores por el fervoroso aliento del público, le permitirá disponer de la superficie más conveniente para las chances argentinas, ideal para neutralizar los servicios de los croatas.

Con ese panorama, los dirigidos por Martín Jaite tendrán viento a favor en los cuartos de final. El cordobés David Nalbandian será una fija (no se la perdería por nada), y según lo afirmó el capitán, “Del Potro tiene las puertas abiertas”.

Es que el tandilense garantiza la fortaleza del equipo nacional y es un antídoto para las sorpresas. “Forma parte de nuestro grupo, ojalá lo podamos contar en la próxima serie”, expresó Jaite anticipándose a las especulaciones.

Por otra parte, la superficie potenciará a Juan Mónaco. En el doble, nadie discute hoy a Eduardo Schwank, y Juan Chela es hoy por hoy, la mejor alternativa si no está “Delpo”.

¿Qué tiene el tenis croata? Cuenta con Ivo Karlovic (2,08 de altura), el artífice de la victoria de su país frente a Japón, que figura 43° en el ranking mundial; y al lesionado Marin Cilic (1,98), 24° en la ATP, otro rival a respetar. El equipo que fue a Japón contó con Iván Dodig (1,83), el más “bajito” que está en el puesto 55°; y estuvo ausente el veterano Iván Ljubicic (1,93), otro eximio sacador.

Jaite, con la mente puesta en el escalón siguiente, describió a Croacia como “muy peligroso”, pero que “igualmente, Argentina está en condiciones de ganarle a cualquier equipo”.

Está claro que por el estilo de juego de sus jugadores, los croatas siempre han preferido las superficies duras. De hecho, de las últimas 10 disputadas en condición de local, en siete eligieron cemento y, contra Argentina en 2006, carpeta. En las dos que jugaron sobre polvo como locales, derrotaron con lo justo a Estados Unidos 3-2, y perdieron con los checos por 4-1.

El historial entre los jugadores en el circuito también es favorable a los tenistas argentinos, aunque el capitán, muy atinado, prefiera “controlar la euforia”.

Faltan casi dos meses para la serie y mucha agua puede pasar bajo el puente. Pero Argentina está lanzada, e incluso en semifinales será otra vez local frente al vencedor de República Checa y Serbia. También el sorteo le jugó a favor esta vez.