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Viernes 03 de Febrero de 2012 - 14:23 hs

Por la inundación, anticipan liquidaciones en Buenos Aires

Los vecinos y comerciantes del barrio porteño de Belgrano, uno de los más afectados por la tormenta e inundación de anoche, comenzaron este jueves las tareas de limpieza y remoción de muebles y estanterías en medio de una resignación generalizada, ya que afirman que el fenómeno se repite con cada tormenta fuerte que afecta a la ciudad.

Y, como ya es cotumbre, luego de cada tormenta, llegan las ofertas para liquidar la mercadería potable que el temporal dejó.

En la avenida Cabildo, en sus intersecciones con las calles Blanco Encalada y Olazábal, numerosos porteros, munidos de envases con lavandina, trapo de piso y secadores, intentaban este jueves limpiar el hall de los edificios y las veredas, que además de quedar con restos de basuras y desperdicios húmedos, emanaban un olor característico de las aguas servidas.

Nancy, de 32 años, emplada de un maxikiosko ubicado en Blanco Encalada y Cabildo, dijo a los medios que el fenómeno "comenzó el miércoles cerca de las 18.30, cuando empezó a llover intensamente. En cuestión de 20 minutos, el agua subió y enseguida nos llegó hasta la cintura". "Hubo que cortar la luz y desenchufar las heladeras, pudimos levantar algo de mercadería, pero mucha de ella se perdió", agregó.

El diluvio cayó con fuerza en la zona comercial de Cabildo y el agua provocó daños en muchos locales en los que no llegaron a tiempo para limpiar y reabrir. Para muchos fue la tercera inundación en tres años. Por eso, en medio del barro, la destrucción y la mercadería mojada, indica Clarín, la mayoría optó por volver a exhibir sus productos con el cartel de “liquidación por inundación” , en un intento para salvar algo tras el diluvio.

Anoche debieron volver a poner compuertas en sus locales y se marchaban a sus casas con temor ante la fuerte lluvia que se desató pasadas las ocho.

En la zapatería Marta Sixto, sobre Cabildo al 2400, el temporal golpeó con tanta furia que terminó mojando el 80% de los productos. “El agua llegó a cubrir todo el ancho de la avenida y sin embargo los autos y colectivos seguían circulando y provocando unas olas que nos destrozaban las vidrieras. Acá, a pesar de tener compuertas, perdimos muchísimos pares. El sótano también se inundó. Lo mismo nos había pasado el año pasado”, se quejó Ramiro, encargado del local que está sobre la avenida hace 10 años y ya sufrió varias inundaciones. “En la última, pedimos el subsidio del Gobierno porteño, pero hasta ahora no recibimos nada , y las inundaciones se siguen acumulando”, precisó. Ayer el local estaba lleno de clientes buscando ofertas. Los precios dependían de los daños, pero las rebajas llegaban a valores improbables, indica el matutino: un par de sandalias que costaba $ 290 terminó por la tarde con un cartelito que las ofrecía a $ 100. Y era posible encontrar varios pares a $ 50.

A una cuadra de allí, en Cabildo y Olazábal, la tradicional casa de telas Roberts liquidaba sedas, gasas y retazos que se mojaron en la tormenta. Por la tarde seguían sin luz, pero había una fila de 20 clientes. A esa hora, también quedaban muchos otros comercios sin electricidad sobre Olazábal al 2300. El supermercado chino de esa cuadra, por ejemplo, aguantaba con persianas bajas desde la noche anterior. Igual que la joyería Belgrano, a unos metros.

"Hoy perdimos todo lo que teníamos en el piso y decidimos liquidarlo a la tarde”, se resignó el empleado de un bazar en Cabildo al 2300. Por el agua, algunos productos se ofrecían ayer un 40% por debajo de su valor. “Así salvamos algo”, explicó el encargado, mientras todavía escurría agua sucia del piso.

Como él, Teresa y César también se preguntaban cómo seguir. Para César fue demoledor. “Alquilé este local hace un mes para poder abrir una peluquería con dos amigos. Hicimos los muebles, la decoración, pintamos. Pusimos ahorros y todo el esfuerzo y queríamos abrir. Pero no llegamos: mientras terminábamos de armar todo, nos sorprendió la tormenta. Ahora no sabemos cuándo vamos a abrir y estamos desesperados porque tenemos muchos gastos, dentro de una semana tenemos que pagar el alquiler y no tenemos con qué", se lamentó. La peluquería se llama Herederos de un Estilo y está en Blanco Encalada 2547.

Fuente: terra.com.ar