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Martes 10 de Abril de 2012 - 08:14 hs

Dilma se plantó ante Obama y criticó la política monetaria expansionista de Estados Unidos

La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, se quejó ayer ante su par estadounidense, Barack Obama, por la valorización de las monedas de los países emergentes, como consecuencia de la política monetaria de las naciones desarrolladas.

Para Rousseff, Estados Unidos tiene mayor responsabilidad en los desequilibrios cambiarios globales porque el dólar es la principal moneda internacional de reserva.
La mandataria brasileña se reunió ayer con Obama durante una hora y media en la Casa Blanca, y ambos líderes discutieron puntos de una agenda positiva que incluyó un nuevo acuerdo en el área de aviación, una sociedad en el sector de energía limpias y cooperación en ciencia y tecnología.

Durante un pronunciamiento en el Salón Oval, Dilma dejó el típico tono ameno que se utiliza en esas ocasiones y atacó la política monetaria de las economías avanzadas, que, según la presidenta, “compromete el crecimiento de los emergentes”. Dijo que el mundo está frente a una forma de proteccionismo cambiario.

Junto a Obama, Dilma dijo que el problema principal son los países que adoptan políticas monetarias expansionistas y que no usan su espacio fiscal para estimular la economía, a pesar de registrar superávits.

Estados Unidos no parece encajar en esa descripción porque proyecta un déficit fiscal de 8% del PBI para 2012. Más tarde, durante una rueda de prensa, Dilma aclaró que se refería también a los americanos. “La diferencia es que se emite moneda”, afirmó, en referencia al papel internacional del dólar, que para Rousseff obliga a Estados Unidos a tener más obligación frente al resto del mundo.

La guerra cambiaria fue un tema recurrente durante los recientes viajes que realizó la mandataria brasileña. Se quejó del ‘tsunami monetario‘ en Alemania y volvió a atacar a los bancos centrales de los países desarrollados durante un encuentro de los BRIC‘s en India.
Ayer, Dilma tuvo que explicar por qué no consideraba a China una pieza importante en esos desequilibrios. “Creo que es diferente, incluso porque China ajustó su moneda al dólar. La moneda china varía cuando el dólar varía”, afirmó.

La presidenta prometió tomar medidas frente a la valorización del real. “El gobierno tomó y continuará tomando todas las medidas necesarias para neutralizar los efectos nocivos del aflojamiento monetario que tiene lugar en los países desarrollados”, dijo durante un evento posterior con empresarios.

En su declaración junto a Obama, Dilma no citó las barreras comerciales a los productos brasileños. Solamente agradeció al presidente de Estados Unidos haber derribado los aranceles de importación sobre el etanol. Ante los periodistas, Rousseff señaló que conversó con Obama sobre la cancelación de la licitación del Departamento de Defensa para la compra de aviones Super Tucano de Embraer, pero negó que existan por ahora indicios de una solución para ese tema.

“Brasil es el único de los BRIC‘s que tiene un saldo comercial negativo con EE.UU.. No pueden colocar aranceles frente a un volumen de comercio tan expresivo”, afirmó.
Al cierre del encuentro, Obama afirmó que Brasil está tornándose “un líder no solo en la región, sino también en el mundo”, en una declaración que duró diez minutos, la mitad del tiempo que se tomó Dilma.
Entre los resultados concretos de la visita de Dilma a Washington, está el reconocimiento de la cachaza brasileña en EE.UU., lo que significa que solamente el producto de Brasil podrá venderse allí como tal, además de algunos acuerdos, sobre todo en el área de ciencia y tecnología, dentro del proyecto del gobierno de Dilma de llevar 100.000 brasileños a estudiar al exterior. También se anunció la apertura de dos nuevos consulados en Brasil para otorgar visas, uno en Belo Horizonte y otro en Porto Alegre.

Fuente: cronista.com