El lunes 2 de enero de 2017 la policía intervino en calle 1º de Mayo al 6.900, en barrio Belgrano, donde un grupo de personas denunciaban estafas por parte de una agencia de turismo, por viajes de los que habían pagado, en promedio, 2.000 dólares.
Ese fue el inicio de una serie de denuncias que hoy suman 150 y de un número de damnificados que ronda los 300 en la llamada "Causa Maros".
Marcela Arévalo, señalada como la principal responsable de las estafas y quien los damnificados reconocen como la persona que manejaba las operaciones, firmó un acuerdo de juicio abreviado en el cual reconocía la responsabilidad penal y aceptaba una condena de tres años de prisión de cumplimiento efectivo en enero de 2018.
Los otros imputados
Además de Marcela Arévalo y su madre, Ana Felice, propietarias de la empresa turística, están imputados en la causa la empleada, Lucila García y quien era en el momento pareja de Arévalo, Miguel Correa.
En un principio, los cuatro quedaron en prisión preventiva y en distintos tramos del proceso, a lo largo del 2017, recuperaron la libertad.
Hoy, seis años después del inicio de la investigación, solo una persona fue condenada en un juicio abreviado, y se espera fecha de juicio para los demás implicados.
El abogado César Rojas explicó por LT10 que "la imputación final fue por estafas reiteradas y falsificaciones" y no así por asociación ilícita.
"Los damnificados no recibieron nada, es una típica situación de que quienes defraudan no tienen bienes propios. No hay bienes, estamos en la causa penal para arribar a una condena pero no tendrían bienes o dinero para afrontar una indemnización para los afectados" detalló el abogado.
Además, contó que "en su momento eran 4 millones, y luego de una pericia contable, arrojó que eran más de 5 millones de pesos que habían sido pagados por clientes y no fueron destinados a cubrir viajes, más 40 mil dólares".
Esta cifra, actualizada al día de hoy, serían unos 50 millones de pesos.