Este lunes se cumple 40 años del hundimiento del Crucero ARA Manuel Belgrano, en medio de la Guerra de Malvinas, y Omar Vogt recordó cómo fue sobrevivir en medio de las heladas aguas patagónicas.
Omar Vogt, es esperancino y fue uno de los sobrevivientes al hundimiento del Belgrano. En un nuevo aniversario conversó con LT10 y recordó cada detalle de los hechos: "Hoy por hoy se recuerda mucho más. No se puede superar aquel 2 de mayo cuando el submarino nos sorprendió y nos atacó. Nosotros en ese momento, con 18 años, estábamos cumpliendo con nuestro deber de defender un pedazo de tierra de la patria", comenzó.
El sobreviviente aseguró que "hay un Dios que quiere que uno continúe. En ese momento yo tenía que dejar mi guardia y mi compañero se demora en tomarme la guardia. A mi me sorprenden los impactos dentro de la caldera, 10 metros bajo la línea de flotación. Si ese soldado me hubiese tomado la guardia a tiempo, yo me hubiese ido al comedor, y me hubiese agarrado el torpedo. Porque abajo del comedor estaba la sala de máquinas que fue impactada".
Vogt relató que "desde la caldera, donde nosotros estábamos, teníamos que subir diez pisos a la cubierta principal y esperar la hora del comandante. Para los que vieron la película de Titanic, esto era muy similar: explosiones, agua por todos lados, gritos y pedidos de ayuda. El buque estaba dividido en 442 partes estancas, lo que quiere decir que con una pequeña avería se podía navegar. Pero las averías eran tan grandes y los británicos sabían perfectamente donde pegar que no se pudo solucionar".
"Cuando el comandante da la orden de desembarco nosotros teníamos el agua a 40 centímetros porque estábamos del lado que se inclinaba el buque. No teníamos problema para subir a la balsa, pero corríamos riesgo de que la superestructura se nos venga encima. Nosotros no podíamos alejar la balsa del buque porque nos succionaba. En un momento uno de mis compañeros dijo 'se pinchó la balsa' y nos empezó a chupar, nos da vuelta y nos lleva para abajo. Cuando me saca a flote el salvavidas me trepo a otra balsa, me subo al techo y los compañeros que trataban de alejar la balsa del buque me empujaron nuevamente al agua. Al llegar a una segunda balsa, otros compañeros me levantan, y me suben a la balsa. Unas olas nos alejaron unos 70 metros", aseguró.
Para el ex-combatiente "el crucero fue tan noble al hundirse que se fue de forma pacífica sin llevarse más gente que la que se tenía que llevar".
Tras el hundimiento, "nos amarramos entre todas las balsas para mantenernos juntos. Los vientos a la noche son de 110 km/h y las olas de 12 metros. Pasamos la noche del lunes y el martes a la mañana nos detectó un avión. Nos rescataron las barcazas y nos llevaron a Tierra del Fuego" contó.
Por último, Vogt contó que no ha vuelto a las Islas Malvinas. En primer lugar porque, por ley, un náufrago no puede volver a embarcar en los años siguientes para proteger su salud emocional. A pesar de eso, aseguró que le gustaría ir.
Este lunes, Bock recibirá un reconocimiento de parte del municipio de de Cabur y rendirá homenaje a sus compañeros caídos.