Sin lugar a dudas, uno de los rubros más perjudicados por la pandemia fueron los peloteros donde las familias hacían los cumpleaños infantiles. De los 44 peloteros que había en la ciudad antes de la pandemia ya cerraron sus puertas alrededor de 20 (el 50%).
Andrés Gavilán, dueño de un pelotero, expresó que “yo decidí esperar hasta que nos permitan los inflables y la “disco” (show de karaoke). Yo puedo esperar porque el local es mío. No dan los números para abrir con los protocolos vigentes. Tengo que agradecer que hay una pequeña ayuda de la provincia pero esto no alcanza. Nosotros queremos trabajar; no subsidios”.
Finalmente, Andrés Gavilán remarcó que “le pedimos por favor a la municipalidad que revise los protocolos y lleguemos a un acuerdo razonable para poder trabajar”.