La Municipalidad inició el pasado 22 de enero trabajos de recuperación del Palomar. En la mañana de este lunes, el Secretario de Ambiente, Edgardo Seguro, dio detalles sobre las tareas que se realizan.
Según dijo, ese día comenzó una “limpieza muy profunda”, en la que se retiraron “más de 800 kilos de residuos de estiércol, acumulados durante años”.
“Todas las bacterias que van con el estiércol estaban ahí, eso vuela como polvillo, enfermando a las palomas y poniendo en riesgo a las personas que visitan la zona”, advirtió Seguro.
“Luego de la limpieza” -continuó explicando- “se produjo la desinfección de los 750 nidales no ocupados”, excluyéndoselos para que hagan efecto los sanitizantes, pero a la vez “respetando a las palomas que estaban anidando”.

El funcionario local argumentó que durante el aislamiento obligatorio y el distanciamiento la Municipalidad no contaba con personal para hacer esas tareas, y añadió que debieron contratar una empresa especialista en la materia.
Por otra parte, anticipó que “hoy comenzó la reparación del piso y de los desagües, deteriorados por el paso del tiempo”.
Finalmente, aclaró que se está trabajando únicamente “sobre el recinto del Palomar, no sobre la plaza”, la cual está “totalmente utilizable”. La inversión para aquel será de un millón de pesos y “en un mes estará totalmente saneado”, garantizó.
Comida para las palomas
“Nosotros no impedimos que se les dé de comer a las palomas pero es algo que desalentamos”, señaló Seguro, y explicó que se sugiere que las personas no tomen “contacto con las aves silvestres o de este tipo, porque tienen su propia zoonosis”.
“Lo desalentamos porque no es algo que la paloma necesite, aunque no lo prohibimos porque forma parte de la cultura de las personas”, aclaró.
Asimismo, indicó que “esparcir grandes cantidades de comida” puede provocar un aumento desmedido de la población de palomas en toda la ciudad, además de que favorece la proliferación de roedores.