Hoy

Jueves 21 de Abril de 2011 - 14:28 hs

Salud sin Daño y el día de la Tierra

Este viernes 22 de abril se celebra el Día de la Tierra y desde la coalición internacional Salud sin Daño aprovechan la conmemoración, para advertir sobre los efectos nocivos sobre la salud y el ambiente que presupone el cambio climático. Al respecto, Verónica Odriozola, coordinadora regional de la campaña, expresó que: “El sector salud no está preparado para el cambio climático y sin embargo, deberá asumir las consecuencias sobre la salud que se prevén, tales como mayor incidencia de alergias, dengue o enfermedades transmitidas por el agua, problemas asociados al golpe de calor, etc.  Es importante empezar a tomar medidas para preparar los hospitales y a los profesionales para estos cambios, pero también, el sector salud debe tomar un rol activo en la promoción de políticas más amigables con el ambiente para mitigar lo más posible este grave problema ambiental que enfrenta el planeta”.

Algunas consideraciones sobre el cambio climático y la salud
Los fenómenos climáticos interactúan de forma variada y compleja con los seres humanos, afectando la salud de la población y el ambiente. El incremento de los gases de efecto invernadero producto de las actividades humanas: dióxido de carbono, metano, óxidos nitrosos y clorofluorocarbonos influye en el aumento de la temperatura del planeta, que desde 1900 se incrementó 0,74 °C. Esto ha ocasionado la reducción del hielo en el Mar Ártico, el derretimiento de los glaciares de montaña y la cubierta de nieve en ambos hemisferios.

Sin embargo, los efectos directos del calor extremo no son la única causa de preocupación. El cambio climático afectará, de manera profunda y negativa, algunos de los determinantes fundamentales de la salud: la producción de alimentos, el aire, el agua. Los impactos del cambio climático pueden ser directos, por ejemplo a través de las olas de calor, inundaciones y tormentas, disponibilidad y alteración en la calidad del agua, pérdida de la biodiversidad; o indirectos, por las consecuencias en la salud que se manifiestan en el recrudecimiento de enfermedades infecciosas trasmitidas por vectores como: dengue, fiebre amarrilla, virus del Nilo; enfermedades diarreicas y deshidratación, asma, alergias.

El cambio climático es una amenaza emergente para la salud pública y modifica la manera en que debemos considerar la protección de las poblaciones vulnerables. Las repercusiones sanitarias del cambio climático se sentirán fuertemente y de forma desproporcionada en las poblaciones más vulnerables: los pobres, los más jóvenes, los ancianos y los médicamente incapacitados.

La huella climática del sector salud es significativa. Sin embargo, desde el sector de la salud se pueden tomar iniciativas que permitan mejorar la salud ambiental de la comunidad aplicando políticas ambientales y climáticas en conjunto con las comunidades. Lo que es más, el sector salud debe desarrollar estrategias de adaptación que le permitan afrontar el peso de las enfermedades, debe crear formas que le permitan ser más resistentes a los impactos ambientales y debe generar políticas de mitigación de forma de reducir sus emisiones de gases efecto invernadero.

Salud sin Daño es una coalición internacional que cuenta con más de 400 organizaciones en 52 países que trabajan para transformar el sector de cuidado de la salud para que no sea una fuente de daño para las personas y el medio ambiente.

Fuente: www.saludsindanio.org